Taller de Literatura de adultos mayores del IMAC

A través de las palabras, comparten las inquietudes y emociones que experimentan en medio del confinamiento

Mariana Murillo | El Sol del Centro

  · lunes 1 de febrero de 2021

Cortesía | ZigZag

Para las personas de cualquier edad, el aprendizaje y la práctica de cualquier disciplina artísticas, se convierte no solamente en un medio de expresión de sus ideas e inquietudes, sino que también es un reflejo de las experiencias de vida, sus gustos y fantasías.

Estos beneficios de la aproximación con la cultura, a través de las redes sociales, cobran especial importancia en un tiempo de crisis como el que se vive actualmente, con la contingencia sanitaria ocasionada por el virus Covid-19.

Y para muestra, está el trabajo realizado por los adultos mayores del Taller de Literatura, perteneciente a las Unidades de Exploración Artística (UEA’s) del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC), en donde comparten su perspectiva de esta pandemia.

¿CÓMO ME SIENTO?

Me siento triste porque el esposo de mi hija falleció por el “mentado Covid, ese”. Él ya estaba enfermo, pero estaba controlado. A mi esposo y a mí no nos queda otra, más que echarle porras a ella, aunque nos sentimos tristes. Le pedimos a Dios que todo esto pase pronto, para que no fallezca nadie más y podamos volver a lo de antes, salir, abrazarnos; en pocas palabras, estar sin miedo.

(Ma. de Jesús, 73 años)

Mi esposo y yo vivimos solos. Este tiempo ha sido muy difícil para nosotros… bueno, para todos; pero yo les cuento por lo que hemos pasado. No podemos ir a nuestros talleres de la tercera edad, que es en dónde podemos platicar y convivir con nuestros amigos. Mi esposo estaba como cerillito, y además de ganar un dinerito, se distraía con los compañeros. Le doy gracias a Dios porque mi esposo y yo seguimos aquí, y les pido a todos que se cuiden mucho, para que pronto podamos vernos.

(Chuyita, 81 años)

Hoy me preguntaron ¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento? La verdad le doy gracias a Dios por estar viva, a pesar de mi avanzada edad de 84 años; pero ya extraño mucho mi club de adultos mayores, platicar con las chicas (así nos decimos nosotras), trabajar con las actividades que nos ponen las maestras y nuestros convivios; pero hay que seguirnos cuidando y confiando en mi Bendito Padre, pronto pasará todo esto y volveremos a convivir.

(Mary, 84 años)