Quizá no haya en el mundo otra obra que pueda describir mejor la diferencia entre la mente de un adulto que se ha llenado de estructura, creencias preconcebidas y paradigmas, y la de un niño, cuya imaginación le basta para crear cada día nuevos e increíbles universos, que la novela titulada “El Principito”.
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Esta maravillosa novela, escrita por el francés Antoine de Saint-Exupéry, se publicó el 06 de abril de 1943, tan sólo un año antes del fallecimiento de su autor.
Es la historia de un piloto aviador que se pierde en el desierto del Sahara, luego que su avión sufriera un desperfecto. En este lugar, se encuentra con un pequeño príncipe, proveniente de otro planeta llamado Asteroide B-612, quien le recuerda la importancia de las cosas pequeñas, de observar el mundo con la misma capacidad de asombro de los niños y su ingenio al momento de echar a volar su imaginación.
Esta obra, que es considerada una de las mejores piezas literarias del siglo XX, ha sido traducida a más de 250 idiomas y dialectos, incluyendo el Sistema de Lectura Braille; y no está demás mencionar que ha vendido más de 150 millones de ejemplares, en todo el mundo.
Hoy, El Principito, aquél niño de gran corazón, que fue capaz de ver el mundo de una forma que nadie imaginó, que formó lazos fraternos y eternos con una rosa y un zorro, está cumpliendo 76 años.
Durante más de 7 décadas, ha dado grandes lecciones de vida a los seres humanos, lo mismo a niños, jóvenes y adultos, sobre el amor, la amistad, el apego y la belleza.
