Cuando se habla de la cultura mexicana, es inevitable no pensar en chile y maíz, elementos culinarios que dominan la alimentación en América desde tiempos prehispánicos; el chile surgió en el año seis mil a.C., que año tras año fue mezclado con otros ingredientes.
El objetivo de la salsa es acompañar otras comidas, ya sea para mejorar el sabor o ser complemento o contraste del platillo principal; el grado de picor, color, sabor y método de preparación puede variar según el gusto, además de que existe una enorme gama de chiles.
INGREDIENTES:
Cebolla picada
Cilantro picado
Chile jalapeño asado
Chile habanero picado
Tomate asado
Sal
Aceite
Agua
Preparación:
Colocar un poco de aceite en un sartén y ponerlo a fuego medio, lavar el chile jalapeño y los tomates para asarlos; cuando ya alcanzaron un punto de cocción alto, dejarlos reposar un poco para que suelten el resto del jugo; minutos después agregar los chiles y el tomate a la licuadora, añadir un poco de agua y sal al gusto, licuar a una velocidad lenta; servir en un recipiente y añadir la cebolla, el cilantro y el chile habanero previamente picados. Después de estos pasos la salsa está lista para degustar.
*Para no enchilarse las manos al picar los chiles, es recomendable ponerse poco aceite en las manos