Las piñatas se originaron en China, cuando a principios de año se elaboraban figuras de vacas forradas con papel de colores, además se rellenaban de semillas, las cuales caían tras ser golpeadas por los participantes.
A México llegaron durante la conquista, siendo una herramienta de evangelización, que representaba la lucha del bien contra el mal, para lo que se forraban ollas de barro con papel de colores vistosos y después se agregaron picos, que simbolizan los siete pecados capitales.
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Fabricar piñatas se ha convertido en una tradición para muchos comerciantes mexicanos, ya que es un oficio que se transmite de generación en generación y que ha permitido solventar a familias completas.
El proceso de elaboración consta de una serie de sencillos pasos, que van desde realizar engrudo hasta colgar tiras de papel de china en cada uno de los picos; el primer paso es forrar con papel periódico un globo, esto por varias capas, después se debe colocar al sol durante un día, aproximadamente, para que se seque en su totalidad, una vez seco se debe tronar el globo, retirar el restante y colocar el cántaro que ya fue atado con rafia, misma que funciona como mecate para colgarla.
Después se deben ir pegando los picos uno por uno, alrededor del cántaro y a una distancia considerable para que quepan los siete picos, que es lo que marca la tradición, los picos son elaborados con cartulina, que después se forra de periódico para darle mayor resistencia.
Tras estos pasos, sigue el de la decoración, que consiste en pegar con resistol chinos de papel crepé de colores, esto alrededor del cántaro; los picos van forrados con papel metálico y adornados con tiras de papel de china; tras lo anterior, la piñata ya está lista para su distribución.
Considerando el tiempo de secado, el elaborar una piñata se lleva aproximadamente un día y un par de horas, tiempo suficiente para que los fabricantes realicen los previos y se preparen con la materia prima, como es el material de decoración, resistol, engrudo y el elemento fundamental, el papel periódico.
A decir de los comerciantes, la tradicional piñata de siete picos ya no genera tanta demanda, ya que con el tiempo los clientes piden representaciones de animales o estrellas de menor tamaño, por lo que en ocasiones se elaboran con cinco picos; no obstante, ellos dejan la tradición y fabrican lo que les piden, ya que además de ser una fuente de ingresos, se ha convertido en una forma de vida que ha trascendido de generación en generación.