Hace 101 años falleció uno de los máximos exponentes del movimiento modernista, Amado Nervo, que murió por dificultades renales, en Montevideo, Uruguay, a donde llegó como embajador de la cultura mexicana.
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El poeta y escritor mexicano se consolidó debido a su aportación al Modernismo, además de que se convirtió en un referente de la fantasía, horror y la Ciencia Ficción; el autor de importantes obras como “Perlas negras” siempre mostró inclinación por los estigmas científicos, es por eso que es considerado como el pionero de la Ciencia Ficción en México, de ahí se desencadenan sus relatos llenos de viajes, celulares, entre otros temas científicos, sociales y tecnológicos.
“La última guerra”, cuento que escribió en 1906, inauguró la modalidad de la ficción en la narrativa mexicana, ya que en el se muestra la perspectiva evolutiva del autor, que deja abierta la opción de que el humano no está arriba de la pirámide de evolución.
La vida del poeta quedó marcada por tres grandes pérdidas, la muerte de su padre, el suicidio de su progenitor y el fallecimiento por fiebre tifoidea de su amada Cecilia, con quien compartió 11 años de su vida y a quien le escribió “La amada inmóvil”, una de sus obras más destacadas que trata de un autobiográfico que realizó mientras velaba los restos de su compañera de vida.
Amado Nervo falleció a los 48 años de edad en Montevideo, Uruguay, donde fungía como ministro plenipotenciario de México en Argentina y Uruguay; sus restos fueron trasladados a México, donde se le realizó un homenaje.
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