Se le conoce como Pan de Muerto y su consumo es generalizado por estas fechas, pero no siempre hizo para llevarse a la mesa, por el contrario, quienes habitaban estas tierras antes de la conquista, lo ofrecían sólo para que lo “comieran” los espíritus de aquellos que ya habían dejado este mundo.
Aún en la actualidad, gran parte de la producción que realizan los tahoneros es exclusiva para colocarse en los altares que se colocan en las casas dedicados a quienes se nos han adelantado en el camino.
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Nuestros antepasados solamente colocaban bolas de masa de maíz, a manera de vianda. Tenían prohibido tocarlo y menos consumirlo, pues se tenía la creencia, prevaleciente aún en nuestros tiempos, de que, de las almas de los honrados en cada altar, bajan a consumir la esencia de los alimentos y bebidas ofrendados.
Este alimento actualmente se hace con masa, levadura y huevo principalmente, se le da forma de calavera y se le colocan dos figuras que semejan huesos humanos. Cada pieza es bañada de forma abundante en azúcar, si bien cada panadería realiza leves modificaciones en los ingredientes.
Abundio Hermosillo, propietario de la panadería La Nueva Ideal, de gran tradición en nuestra ciudad, explica que, durante los primeros años del siglo pasado, eran los mismos ciudadanos quienes llevaban a estos establecimientos los ingredientes para que les fuera fabricado el pan.
A veces lo pedían de una forma, a veces de otra, pero como todo iba para el altar, realmente era un asunto meramente simbólico. En algún punto la gente lo empieza a consumir y se estandariza en la forma tradicional como la vemos hoy, es una forma que encontraron los panaderos para representar de manera fácil una calavera
Si bien las ventas de este producto no se comparan siquiera a las generadas por la Rosca de Reyes u otros panes de temporada, cada día son más personas las que lo consumen en familia.
Se estima que alrededor de 20% del Pan de Muerto que se fabrica en las panaderías de Aguascalientes aún se destina exclusivamente para los altares, en tanto que el resto se consume en la mesa de las familias.
Hay muchos altares con pan de muerto. Yo celebro que hoy se lo coman también los vivos.
Abundio Hermosillo, Propietario de la panadería La Nueva Ideal
