Este 25 de abril EL SOL DEL CENTRO acaba de cumplir 74 años de haber salido a la luz, cuando el resto de los periódicos locales vigentes aún no aparecían. Desde entonces ha sido un referente necesario en el registro de la vida social y política de esta entidad.
En lo personal, desde pequeño siempre ha estado este periódico cerca de lo que ha sido mi derrotero vital, por lo que no puedo concebir mi construcción biográfica sin considerar a EL SOL DEL CENTRO. Particularmente dividiría esto en tres momentos históricos, los cuales quiero comentar ahora de manera rápida.
Primero, en gran medida mi infancia la pasé en su redacción, pues mi padre (Juvenal García Muñoz) fue reportero de este diario y muy seguido me llevaba cuando no iba a la escuela, entonces deambulaba en sus viejas instalaciones; me solazaba con el linotipo que se ubicaba justo a la entrada del edificio, casi como exposición para los transeúntes que pasaban por ahí; revisaba la bandera formada por las ediciones anteriores y me gustaba ver cómo, absortos, los reporteros aporreaban los viejas Olivettis.
Ahí conocí a viejos periodistas que hoy son parte de la historia del diarismo en Aguascalientes, como Ramón Morales, Juan José Gaytán, Mcgay, los hermanos Brand (apenas hace unos días me encontré a Memo, al cual saludé con justo), al reportero de sociales Javiercito Macías Loera, que mi padre le llamaba La pequeña Lulú o a Mario Mora Barba (padre del actual Director) y José Morán Ruiz. De los fotógrafos recuerdo a don Guadalupe Méndez. El director por entonces era Agustín Cruz Ramírez.
Segundo, en diciembre de 1988 regresé a Aguascalientes, en una presunta decisión personal para no regresar a la Ciudad de México, lo cual no sería así. Sin embargo, quedé cobijado laboralmente en EL SOL DEL CENTRO, gracias a la disposición de Paco Gamboa para que así fuera. Entré de reportero, cubrí las fuentes del DIF y algunos partidos, entre otras.
En la redacción conviví con excelentes periodistas como Mario Mora Legaspi, que entonces era el jefe de información, mi amigo Jaime Arteaga Novoa, Sandra Luz Muñoz, don Juanito Esparza de deportes, al igual que Daniel Rodríguez, entre otros. Lo mucho que aprendí de periodismo y particularmente de la actividad reporteril fue ahí y en ese tiempo. Lamentablemente fueron pocos años. Dos menciones honoríficas en reportaje y artículo de fondo, otorgadas en 1990 por el gobernador Miguel Ángel Barberena, fue producto de mi paso por EL SOL DEL CENTRO.
Tercero, precisamente desde principios de 1989 alterné mi actividad de reportero con mis colaboraciones editoriales dominicales para EL SOL DEL CENTRO, las cuales he mantenido ininterrumpidamente desde entonces. Es decir, acabo de cumplir 30 años de colaborador de este Diario, a pesar de haber regresado a la Ciudad de México desde agosto de 1996.
He mantenido entonces una mancomunión con EL SOL DEL CENTRO, por ello me da gusto y festejo al igual que los otros soleros, el 74 aniversario de nuestro Diario.