/ viernes 21 de enero de 2022

Taza de Soles | Encanto y una antología de la que poco se ha hablado

En días pasados vi – en compañía de algunos de mis nietos- la película de Disney, “Encanto”, un filme musical ambientado en Colombia, y cuya premisa pone en juego la idea de que una tradición, o un sistema (representado por una casa mágica), si quiere preservar su eficacia tiene que expulsar, esconder o acallar a alguno de sus miembros. En el desarrollo de la trama, los espectadores se darán cuenta que dicha premisa origina grandes dificultades, pues las medidas tomadas (“Nadie hable de Bruno”) amenazan con destruir la casa y desactivar los dones de sus habitantes. Hasta aquí les cuento, antes de que me acusen de hacer spoilers.

El relato que está en la base de la película es representativo de lo que sucede en nuestras sociedades, donde queremos soslayar ciertos temas que nos parecen espinosos; y también de lo que ocurre en la configuración psicológica de cada persona, pues -por variadas razones- todos mandamos algunos recuerdos y pulsiones al subconsciente y al inconsciente. Y, sin embargo, lo que queremos esconder o acallar, tarde o temprano estará ahí tocando la puerta. Toda esta reflexión se me presentó con más o menos claridad, la mañana en que, platicando con mis compañeras de ALMA. AC., una de ellas hizo la puntual observación de que en nuestro medio hay temas de los que no se habla. El ejemplo objetivo en ese momento era la Antología que la editorial de la UAA sacó a la luz el año pasado con el título de Versas y diversas y cuyo subtítulo es Muestra de poesía lésbica mexicana contemporánea, con Prólogo de Paloma Mora, y Presentación de Paulina Rojas y Odette Alonso, quienes son las coordinadoras, es decir las encargadas de compilar los trabajos poéticos de más de cincuenta escritoras originarias de varios Estados de la República y de curar la edición.

Una edición que, repito, apareció el año pasado y de la que, hasta ahora, no se han publicado reseñas. Entonces pensé en el desafío de ampliar los horizontes de nuestra comprensión y de probar lo que decimos: “En Aguascalientes, ciudad del centro del país, con fama de tradicionalista, se ha tenido el acierto de albergar en su catálogo editorial una antología que prueba su apertura y empatía con la diversidad y la pluralidad”, según lo expresara la maestra Martha Esparza. quien atinadamente dirige la editorial de la UAA desde hace varios años. Así lo voy confirmando a medida que reviso este libro, leo con mucha atención sus expresiones, e inicio mi comentario con una cita de las coordinadoras, que ilustra de manera magistral sus objetivos al hacer dicha Antología: “Nos enorgullece haber propiciado un espacio de diálogo generacional con los más variados estilos y propuestas estéticas. Porque al final, esta fiesta de poemas fue eso: una plática entre nosotras acerca de lo que somos y lo que nos mueve, y de cómo no sólo nos unen el amor y el deseo por otras mujeres a través de los tiempos, sino nuestras luchas internas y con nuestras comunidades.”

Les dejo algunas muestras de apreciación a la belleza de lo diverso: los dos primeros fragmentos corresponden a mujeres muy jóvenes. La primera, logra un gran trabajo con el ritmo y la estructura circular del poema. La siguiente expresa con elegancia el sentimiento avasallante de un ser hacia su espejo exacto.

“[ lengua de ángel] He dejado la puerta entreabierta, entra, /háblame con tu carne/ mientras dios nos contempla a fruto abierto, /a herida exacta e inmóvil/ entra– reposa en la orilla de mi cama/ toma mis manos de flor carnívora/ y llévate esta sed de muchacha norteña./ Entra en este perfume de hogar/ donde soy insomne por naturaleza,/ he dejado la puerta entreabierta en sueños,/ para que llegues con tu música/ y tu mano me toque la azul entraña Ingrid Bringas (Monterrey, 1985).

Desvalida de tanto amor /a la orilla del primer reflejo del agua está tu imagen. / ¿Eres un dios atrapado en la forma/ o una mujer atrapada en un sueño? Maritza González Huitrón (Temascalcingo, Edo. de México, 1995)

Y para cerrar este artículo, un breve poema de una de las antologadoras, escritora de altos vuelos y amplia trayectoria, varias veces premiada.

ÓLEO La muchacha del óleo me ha mirado/ de su pincel renazco sin saberlo/ dos manchas sobre el lienzo tinta negra/. El pincel es mi dedo dibujado en su espalda /su dedo en mi nariz/ la caricia en la nuca. / El lienzo es esta cama /y la ciudad entera /corazón que se abre sin confianza /blanco y negro en el lienzo/ esa muchacha y yo. Odette Alonso (Santiago de Cuba, 1964). Ustedes tienen la palabra. Una versión electrónica de esta Antología se puede descargar en la página de la UAA. Pasen a leer!!!

En días pasados vi – en compañía de algunos de mis nietos- la película de Disney, “Encanto”, un filme musical ambientado en Colombia, y cuya premisa pone en juego la idea de que una tradición, o un sistema (representado por una casa mágica), si quiere preservar su eficacia tiene que expulsar, esconder o acallar a alguno de sus miembros. En el desarrollo de la trama, los espectadores se darán cuenta que dicha premisa origina grandes dificultades, pues las medidas tomadas (“Nadie hable de Bruno”) amenazan con destruir la casa y desactivar los dones de sus habitantes. Hasta aquí les cuento, antes de que me acusen de hacer spoilers.

El relato que está en la base de la película es representativo de lo que sucede en nuestras sociedades, donde queremos soslayar ciertos temas que nos parecen espinosos; y también de lo que ocurre en la configuración psicológica de cada persona, pues -por variadas razones- todos mandamos algunos recuerdos y pulsiones al subconsciente y al inconsciente. Y, sin embargo, lo que queremos esconder o acallar, tarde o temprano estará ahí tocando la puerta. Toda esta reflexión se me presentó con más o menos claridad, la mañana en que, platicando con mis compañeras de ALMA. AC., una de ellas hizo la puntual observación de que en nuestro medio hay temas de los que no se habla. El ejemplo objetivo en ese momento era la Antología que la editorial de la UAA sacó a la luz el año pasado con el título de Versas y diversas y cuyo subtítulo es Muestra de poesía lésbica mexicana contemporánea, con Prólogo de Paloma Mora, y Presentación de Paulina Rojas y Odette Alonso, quienes son las coordinadoras, es decir las encargadas de compilar los trabajos poéticos de más de cincuenta escritoras originarias de varios Estados de la República y de curar la edición.

Una edición que, repito, apareció el año pasado y de la que, hasta ahora, no se han publicado reseñas. Entonces pensé en el desafío de ampliar los horizontes de nuestra comprensión y de probar lo que decimos: “En Aguascalientes, ciudad del centro del país, con fama de tradicionalista, se ha tenido el acierto de albergar en su catálogo editorial una antología que prueba su apertura y empatía con la diversidad y la pluralidad”, según lo expresara la maestra Martha Esparza. quien atinadamente dirige la editorial de la UAA desde hace varios años. Así lo voy confirmando a medida que reviso este libro, leo con mucha atención sus expresiones, e inicio mi comentario con una cita de las coordinadoras, que ilustra de manera magistral sus objetivos al hacer dicha Antología: “Nos enorgullece haber propiciado un espacio de diálogo generacional con los más variados estilos y propuestas estéticas. Porque al final, esta fiesta de poemas fue eso: una plática entre nosotras acerca de lo que somos y lo que nos mueve, y de cómo no sólo nos unen el amor y el deseo por otras mujeres a través de los tiempos, sino nuestras luchas internas y con nuestras comunidades.”

Les dejo algunas muestras de apreciación a la belleza de lo diverso: los dos primeros fragmentos corresponden a mujeres muy jóvenes. La primera, logra un gran trabajo con el ritmo y la estructura circular del poema. La siguiente expresa con elegancia el sentimiento avasallante de un ser hacia su espejo exacto.

“[ lengua de ángel] He dejado la puerta entreabierta, entra, /háblame con tu carne/ mientras dios nos contempla a fruto abierto, /a herida exacta e inmóvil/ entra– reposa en la orilla de mi cama/ toma mis manos de flor carnívora/ y llévate esta sed de muchacha norteña./ Entra en este perfume de hogar/ donde soy insomne por naturaleza,/ he dejado la puerta entreabierta en sueños,/ para que llegues con tu música/ y tu mano me toque la azul entraña Ingrid Bringas (Monterrey, 1985).

Desvalida de tanto amor /a la orilla del primer reflejo del agua está tu imagen. / ¿Eres un dios atrapado en la forma/ o una mujer atrapada en un sueño? Maritza González Huitrón (Temascalcingo, Edo. de México, 1995)

Y para cerrar este artículo, un breve poema de una de las antologadoras, escritora de altos vuelos y amplia trayectoria, varias veces premiada.

ÓLEO La muchacha del óleo me ha mirado/ de su pincel renazco sin saberlo/ dos manchas sobre el lienzo tinta negra/. El pincel es mi dedo dibujado en su espalda /su dedo en mi nariz/ la caricia en la nuca. / El lienzo es esta cama /y la ciudad entera /corazón que se abre sin confianza /blanco y negro en el lienzo/ esa muchacha y yo. Odette Alonso (Santiago de Cuba, 1964). Ustedes tienen la palabra. Una versión electrónica de esta Antología se puede descargar en la página de la UAA. Pasen a leer!!!