/ viernes 25 de marzo de 2022

Taza de Soles | Desiderio Macias Silva (1922-1995). Entre la luz, la música y el color 

La luz

Desiderio Macías Silva vio la primera luz el 31 de marzo de 1922, en Asientos, Aguascalientes y entró a la luz de la eternidad el 10 de febrero de 1995, a los 73 años.

¿De dónde le viene al doctor Desiderio ser llamado “El poeta de la luz”? En parte, a que su poemario más conocido -con el que ganó el Premio de Poesía Aguascalientes en 1972- se titula Ascuario y ascua, según el diccionario es un “Trozo de carbón, leña u otra materia combustible que arde sin dar llama”, mientras el sufijo -ario, -aria , significa “oficio o persona que realiza una actividad”. De ahí que Ascuario, -palabra creada por el poeta- apunte a denominar a la persona que tiene el oficio de arder, metafóricamente, como las brasas en el brasero, que calientan, pero sin dar llamas, sin quemar. Ese es el punto medio al que llegó el humanista, el pensador, preocupado por dar una guía a la comunidad. Una guía que dio asimismo, cuando en 1974, creó el lema de la recién fundada Universidad Autónoma de Aguascalientes. SE LUMEN PROFERRE. “Derramarse en luz”.

Estos son algunos de los méritos del personaje que ahora nos ocupa y del que somos deudores en muchos sentidos. Esta columna, por ejemplo, le debe el título tomado del último verso del siguiente poema: NO TUVE MÁS QUE LUZ // No tuve más que luz / para vestirte/ / No tengo más que este potro/ de azogues carmesíes/ y estas seis alas de música/ /Pero aquí se quebró una taza de soles//. Y si yo le adeudó el encabezado de mi columna y de mi Sala de lectura, el ICA, por su parte, retoma el titulo de su poemario, para rotular un importante proyecto, que define: “Como un espacio para dar a conocer, reflexionar, impulsar y celebrar la obra de escritores aguascalentenses, surge 'Café Ascuario'”. El Instituto cultural de Aguascalientes lo hace con justa razón, pues además de la rotunda significación de la palabra creada por Desiderio, su libro tiene el mérito de ser el único trabajo poético que ha recibido el galardón mencionado, en Aguascalientes.

La música

La palabra deudores tiene un parentesco con el vocablo discípulos. Así nos sentimos varios de nosotros y nosotras. Joaquín Chávez Pérez, por ejemplo, ha organizado un homenaje para honrar este Primer Centenario del nacimiento del “Poeta de la luz” y estos primeros Cincuenta años de la publicación de Ascuario. Una iniciativa que Chávez Pérez justifica con estas palabras: “Por ello, desde la sociedad civil, sus amigos, alumnos y seguidores de su obra hemos decidido conmemorar y honrar su memoria con una serie de eventos a través de su vida y obra”. Y aquí es donde se incorpora la música, porque el homenaje programado reúne otras artes: la fotografía, pues habrá una exposición literario fotográfica a cargo del Colectivo de fotografía Visor; un Conversatorio que reúne a importantes personalidades de la comunidad, para abordar cuatro facetas sustanciales de Macías Silva: la del poeta, la del amigo, la del médico y catedrático y la del familiar. Asimismo, las interpretaciones musicales estarán a cargo de Agustín López Velarde y Ladislao Juárez Navarro, y para dejar una constancia física de este aniversario, se incluye la develación de dos placas, una aquí en la ciudad, en la casa donde vivió el poeta y otra en Asientos, en la vivienda donde pasó sus primeros años. ¡Qué significativo resulta que éste sea un homenaje de la sociedad civil! No porque esto demerite la escasa resonancia que este Centenario ha tenido en la Universidad Autónoma -que por otro lado ha estado presente en aniversarios anteriores, y que desde hace varios años lanza una Convocatoria a un Certamen de Poesía con el nombre del poeta- sino porque la propuesta de Chávez Pérez es un signo del arraigo y resonancia que Desiderio Macías Silva tiene entre sus lectores y entre quienes lo conocieron y quedaron marcados por sus enseñanzas.

El color

La revista Pirocromo, de la carrera de Letras en la UAA, es un ejemplo de la influencia del color en la poesía de Desiderio. En éste se ha retomado una palabra de otro de los trabajos del poeta, médico, maestro y director de la revista Voz Universitaria: “Si pudiera lo haría// Si pudiera lo haría: me rociaba/de pirocromos y canela, /y vivo me quemaba;/ ah, pero que tu pecho/fuera mi plaza pública”. Este título fue un acierto de Roberto Bolaños, su primer director y prueba que la poesía de Desiderio nos contagia de humanismo, música y color.

Cierro este artículo haciendo votos porque la sociedad civil siga impulsando la difusión y el reconocimiento del legado de nuestros mejores hombres y mujeres. Una sociedad que cuida su legado, lo sabemos, es una sociedad que asegura su supervivencia.

La luz

Desiderio Macías Silva vio la primera luz el 31 de marzo de 1922, en Asientos, Aguascalientes y entró a la luz de la eternidad el 10 de febrero de 1995, a los 73 años.

¿De dónde le viene al doctor Desiderio ser llamado “El poeta de la luz”? En parte, a que su poemario más conocido -con el que ganó el Premio de Poesía Aguascalientes en 1972- se titula Ascuario y ascua, según el diccionario es un “Trozo de carbón, leña u otra materia combustible que arde sin dar llama”, mientras el sufijo -ario, -aria , significa “oficio o persona que realiza una actividad”. De ahí que Ascuario, -palabra creada por el poeta- apunte a denominar a la persona que tiene el oficio de arder, metafóricamente, como las brasas en el brasero, que calientan, pero sin dar llamas, sin quemar. Ese es el punto medio al que llegó el humanista, el pensador, preocupado por dar una guía a la comunidad. Una guía que dio asimismo, cuando en 1974, creó el lema de la recién fundada Universidad Autónoma de Aguascalientes. SE LUMEN PROFERRE. “Derramarse en luz”.

Estos son algunos de los méritos del personaje que ahora nos ocupa y del que somos deudores en muchos sentidos. Esta columna, por ejemplo, le debe el título tomado del último verso del siguiente poema: NO TUVE MÁS QUE LUZ // No tuve más que luz / para vestirte/ / No tengo más que este potro/ de azogues carmesíes/ y estas seis alas de música/ /Pero aquí se quebró una taza de soles//. Y si yo le adeudó el encabezado de mi columna y de mi Sala de lectura, el ICA, por su parte, retoma el titulo de su poemario, para rotular un importante proyecto, que define: “Como un espacio para dar a conocer, reflexionar, impulsar y celebrar la obra de escritores aguascalentenses, surge 'Café Ascuario'”. El Instituto cultural de Aguascalientes lo hace con justa razón, pues además de la rotunda significación de la palabra creada por Desiderio, su libro tiene el mérito de ser el único trabajo poético que ha recibido el galardón mencionado, en Aguascalientes.

La música

La palabra deudores tiene un parentesco con el vocablo discípulos. Así nos sentimos varios de nosotros y nosotras. Joaquín Chávez Pérez, por ejemplo, ha organizado un homenaje para honrar este Primer Centenario del nacimiento del “Poeta de la luz” y estos primeros Cincuenta años de la publicación de Ascuario. Una iniciativa que Chávez Pérez justifica con estas palabras: “Por ello, desde la sociedad civil, sus amigos, alumnos y seguidores de su obra hemos decidido conmemorar y honrar su memoria con una serie de eventos a través de su vida y obra”. Y aquí es donde se incorpora la música, porque el homenaje programado reúne otras artes: la fotografía, pues habrá una exposición literario fotográfica a cargo del Colectivo de fotografía Visor; un Conversatorio que reúne a importantes personalidades de la comunidad, para abordar cuatro facetas sustanciales de Macías Silva: la del poeta, la del amigo, la del médico y catedrático y la del familiar. Asimismo, las interpretaciones musicales estarán a cargo de Agustín López Velarde y Ladislao Juárez Navarro, y para dejar una constancia física de este aniversario, se incluye la develación de dos placas, una aquí en la ciudad, en la casa donde vivió el poeta y otra en Asientos, en la vivienda donde pasó sus primeros años. ¡Qué significativo resulta que éste sea un homenaje de la sociedad civil! No porque esto demerite la escasa resonancia que este Centenario ha tenido en la Universidad Autónoma -que por otro lado ha estado presente en aniversarios anteriores, y que desde hace varios años lanza una Convocatoria a un Certamen de Poesía con el nombre del poeta- sino porque la propuesta de Chávez Pérez es un signo del arraigo y resonancia que Desiderio Macías Silva tiene entre sus lectores y entre quienes lo conocieron y quedaron marcados por sus enseñanzas.

El color

La revista Pirocromo, de la carrera de Letras en la UAA, es un ejemplo de la influencia del color en la poesía de Desiderio. En éste se ha retomado una palabra de otro de los trabajos del poeta, médico, maestro y director de la revista Voz Universitaria: “Si pudiera lo haría// Si pudiera lo haría: me rociaba/de pirocromos y canela, /y vivo me quemaba;/ ah, pero que tu pecho/fuera mi plaza pública”. Este título fue un acierto de Roberto Bolaños, su primer director y prueba que la poesía de Desiderio nos contagia de humanismo, música y color.

Cierro este artículo haciendo votos porque la sociedad civil siga impulsando la difusión y el reconocimiento del legado de nuestros mejores hombres y mujeres. Una sociedad que cuida su legado, lo sabemos, es una sociedad que asegura su supervivencia.