/ viernes 9 de abril de 2021

Prepárense para las urnas

Ha iniciado el proceso electoral 2021 en diferentes partes del país. En términos llanos hay dos ofertas claras frente al electorado: la continuidad de lo que han sido 2 años de la mal llamada Cuarta Transformación o el proyecto alternativo que representa la coalición “Va por México”, integrada por los partidos de oposición (PAN, PRI y PRD).

En la competencia también estarán los nuevos partidos políticos: RSP, Fuerza por México y Partido Encuentro Solidario, los cuales buscan dividir el voto para jugar del lado de Morena. Entre los candidatos hay de todo un poco: perfiles con experiencia y capacidad probada, legisladores que van por la reelección, rostros nuevos e incluso personajes vinculados al espectáculo, el deporte y la música.

Con las campañas en marcha, las estrategias de comunicación política serán clave para que los ciudadanos conozcan bien a las y los candidatos. La solvencia moral de estos últimos tendrá que ser absoluta si quieren superar el desencanto que existe frente a la actividad política. De hecho, es común que en las elecciones intermedias la participación del electorado sea menor que en las sexenales.

Las contracampañas también están presentes y jugarán un papel importante, como ya lo han hecho en otros procesos electorales. Hay quienes, en esta etapa inicial, ya acusan filtraciones, persecuciones y campañas de desprestigio, que ahora corren como pólvora en las redes sociales y se viralizan en cuestión de horas.

En la elección de junio se disputarán 3 mil 500 cargos, entre ellos 15 gubernaturas y 30 presidencias municipales, así como 30 Congresos Locales. Pero es en términos políticos, a decir verdad, donde tendrá mayor peso el voto de las y los mexicanos. El momento que vivimos es verdaderamente trágico y el resultado de la elección será determinante para definir el rumbo de los próximos 2 años y medio: o se alcanza un contrapeso frente al poder del presidente o el país terminará este sexenio con un saldo desastroso.

No exagero en decir lo anterior. Si revisamos dos aspectos de la vida pública nacional podemos ver los funestos resultados del gobierno federal de Morena. En el terreno económico, por ejemplo, el país entró en recesión antes de la pandemia y por ello el golpe de ésta en las finanzas nacionales fue brutal. La pérdida de empleos ha sido histórica y al menos 10 millones de mexicanos se han sumado a las filas de la pobreza por ingreso.

Por si fuera poco, la fuga de capitales ha sido una constante ante la desconfianza que provoca el gobierno lopezobradorista y contrario al discurso presidencial, la deuda externa del país se ha incrementado en 22 mil 300 millones de dólares. No olvidemos los cinco créditos que ha solicitado esta administración al Banco Mundial (en tan sólo 18 meses), que suman más de 2 mil 500 millones de dólares.

Ahora bien, si hablamos del manejo de la pandemia de Covid19, la historia es similar: incompetencia, negligencia y fracaso. Aunque oficialmente se reconocen 200 mil muertes a causa del coronavirus, los expertos calculan que son más de 350 mil defunciones (debido a los subregistros y el ocultamiento de cifras).

Mientras tanto, la fase de vacunación avanza a cuenta gotas: de los 126 millones de mexicanos que habitamos este país, apenas han recibido la vacuna 1.8 millones (cuadro completo). ¡Vaya!, ni siquiera el personal médico que está combatiendo la pandemia ha sido inmunizado en su totalidad.

Así pues, los candidatos tendrán que salir a las calles y a las redes sociales para pedir el voto de las y los ciudadanos: unos convencidos de la necesidad de hacer cambios drásticos desde lo local y al interior de los Congresos; y otros dispuestos a defender la transformación que presume el presidente todos los días en su discurso, pero que en la realidad de millones de mexicanos simplemente no se vislumbra.

Ha iniciado el proceso electoral 2021 en diferentes partes del país. En términos llanos hay dos ofertas claras frente al electorado: la continuidad de lo que han sido 2 años de la mal llamada Cuarta Transformación o el proyecto alternativo que representa la coalición “Va por México”, integrada por los partidos de oposición (PAN, PRI y PRD).

En la competencia también estarán los nuevos partidos políticos: RSP, Fuerza por México y Partido Encuentro Solidario, los cuales buscan dividir el voto para jugar del lado de Morena. Entre los candidatos hay de todo un poco: perfiles con experiencia y capacidad probada, legisladores que van por la reelección, rostros nuevos e incluso personajes vinculados al espectáculo, el deporte y la música.

Con las campañas en marcha, las estrategias de comunicación política serán clave para que los ciudadanos conozcan bien a las y los candidatos. La solvencia moral de estos últimos tendrá que ser absoluta si quieren superar el desencanto que existe frente a la actividad política. De hecho, es común que en las elecciones intermedias la participación del electorado sea menor que en las sexenales.

Las contracampañas también están presentes y jugarán un papel importante, como ya lo han hecho en otros procesos electorales. Hay quienes, en esta etapa inicial, ya acusan filtraciones, persecuciones y campañas de desprestigio, que ahora corren como pólvora en las redes sociales y se viralizan en cuestión de horas.

En la elección de junio se disputarán 3 mil 500 cargos, entre ellos 15 gubernaturas y 30 presidencias municipales, así como 30 Congresos Locales. Pero es en términos políticos, a decir verdad, donde tendrá mayor peso el voto de las y los mexicanos. El momento que vivimos es verdaderamente trágico y el resultado de la elección será determinante para definir el rumbo de los próximos 2 años y medio: o se alcanza un contrapeso frente al poder del presidente o el país terminará este sexenio con un saldo desastroso.

No exagero en decir lo anterior. Si revisamos dos aspectos de la vida pública nacional podemos ver los funestos resultados del gobierno federal de Morena. En el terreno económico, por ejemplo, el país entró en recesión antes de la pandemia y por ello el golpe de ésta en las finanzas nacionales fue brutal. La pérdida de empleos ha sido histórica y al menos 10 millones de mexicanos se han sumado a las filas de la pobreza por ingreso.

Por si fuera poco, la fuga de capitales ha sido una constante ante la desconfianza que provoca el gobierno lopezobradorista y contrario al discurso presidencial, la deuda externa del país se ha incrementado en 22 mil 300 millones de dólares. No olvidemos los cinco créditos que ha solicitado esta administración al Banco Mundial (en tan sólo 18 meses), que suman más de 2 mil 500 millones de dólares.

Ahora bien, si hablamos del manejo de la pandemia de Covid19, la historia es similar: incompetencia, negligencia y fracaso. Aunque oficialmente se reconocen 200 mil muertes a causa del coronavirus, los expertos calculan que son más de 350 mil defunciones (debido a los subregistros y el ocultamiento de cifras).

Mientras tanto, la fase de vacunación avanza a cuenta gotas: de los 126 millones de mexicanos que habitamos este país, apenas han recibido la vacuna 1.8 millones (cuadro completo). ¡Vaya!, ni siquiera el personal médico que está combatiendo la pandemia ha sido inmunizado en su totalidad.

Así pues, los candidatos tendrán que salir a las calles y a las redes sociales para pedir el voto de las y los ciudadanos: unos convencidos de la necesidad de hacer cambios drásticos desde lo local y al interior de los Congresos; y otros dispuestos a defender la transformación que presume el presidente todos los días en su discurso, pero que en la realidad de millones de mexicanos simplemente no se vislumbra.