Actualmente gran cantidad de actividades que llevamos a cabo implican el uso de nuestros datos personales. Al realizar un trámite en una presidencia municipal, al contratar un servicio de televisión de paga o al utilizar un crédito bancario proporcionamos información privada a terceros. Sin embargo, los datos personales son propiedad de sus titulares y no de empresas o gobiernos que los recolectan. Es por ello, que en los últimos años la portabilidad de los datos personales ha adquirido relevancia en nuestra sociedad.
La portabilidad es un derecho que tienen las personas para solicitar a quienes recolectaron información privada, como por ejemplo una compañía telefónica que almacena registros financieros o de ubicación de sus clientes, de que sus datos sean transferidos a otra empresa dado que el propietario de dicha información es el titular y no terceros. Los datos personales son toda aquella información que permite identificar o hacer identificable a cualquier persona, como la imagen, la firma, el domicilio, el teléfono particular o la CURP.
Desde el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), llevamos a cabo acciones para que este ejercicio ciudadano pueda realizarse de manera fácil y remota a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT). La Plataforma, es el repositorio de información pública más grande del país. La finalidad es que las personas conozcan el derecho a sus datos personales y que, a través de un proceso tecnológico sencillo, tengan autonomía para transportarlos de una entidad a otra.
En lo que respecta al sector público, actualmente es posible ejercer la portabilidad a nivel federal y en 16 entidades (CDMX; Baja California; Michoacán; Hidalgo; Nuevo León; Sinaloa; Oaxaca; Colima; Querétaro; Campeche; Coahuila; Chiapas; Durango; San Luis Potosí; Tabasco y Zacatecas). En el resto de las entidades federativas aún falta habilitar este nuevo proceso.
Es por ello, que el derecho a la portabilidad uno de los retos que tenemos en nuestro país, para que cualquier persona pueda, por ejemplo, pedir que los datos de su expediente clínico sean transferidos cuando asista a una institución de salud distinta, o que, si se cambia de trabajo de una a otra dependencia, los datos puedan ser trasladados de forma sencilla y rápida.
Es preciso difundir el derecho para que más personas lo ejerzan. Deben saber que la portabilidad facilitará trámites y disminuirá la burocracia. Los estudiantes ya no tendrán que acudir a la universidad para pedir que le entreguen su boleta de calificaciones o, un trabajador que pasó de laborar en un gobierno estatal a la administración pública federal no tendrá que hacer malabares logísticos para obtener su expediente clínico o unificar sus ahorros para el retiro en una sola cuenta.
En una era donde los avances tecnológicos cambian constantemente la vida de los seres humanos, aprovechar este nuevo derecho simplificará los procesos y facilitará el ejercicio de los derechos que tutelan todos los Organismos que forman parte del Sistema Nacional de Transparencia (SNT). A través de la PNT la práctica de la portabilidad de los datos personales será un derecho que cobrará mayor relevancia dado que en el mundo hiperconectado en el que vivimos, cada vez se recolectan más datos personales para todo tipo de trámites y servicios.
Posdata: Saludo con gusto a las y los lectores de El Sol de Aguascalientes con quienes podré platicar periódicamente sobre transparencia, derecho a saber, rendición de cuentas, protección de datos y demás temas relacionados con la Máxima Casa de la Transparencia, el INAI, de la cual soy Comisionada.
