/ martes 13 de agosto de 2024

Paradójicos reconocimientos incongruentes. 

El recién concluido fin de semana se leía una nota informativa de la revista Forbes que llevaba como título “CCE da reconocimiento a Carlos Slim: [‘su amor por México

contribuye al desarrollo’]”. Es el primer premio otorgado por dicho consejo desde su creación (48 años); aparentemente, dicho organismo hace el reconocimiento al multimillonario más rico de América Latina y México, además de ser la 14ª persona más rica del mundo, fue galardonado en reconocimiento “al legado, basado en valores”, -dice la nota- “ha contribuido de manera importante al desarrollo del país”.

Se dice en la fuente (Forbes), que su actividad principal la desarrolla en educación, la salud y el empleo en México y América Latina a través de sus fundaciones como lo son la de Telmex y Carlos Slim A. C., entre otras.

Realmente, quedé sorprendido de dicha nota informativa al haber otorgado un premio al mexicano de origen libaneses, quien durante algún tiempo se mantuvo como el hombre más rico del mundo, el mismo que el consejo de ese gremio reconoce por dejar… ¿un legado a los mexicanos, quizá al mundo entero… un legado basado en valores?, no lo podía creer. Leí la nota dos o tres veces -su contenido, superfluo-, la nota no daba más información que aclarara dudas al lector sobre los valores que motivaron el premio o reconocimiento. Por más que busqué en el texto algún indicio o pista de las supuestas bases de valores, no las encontré, obvio, ¡no existen!

Después de indagar a que valores se pudo haber referido el CCE que otorgo el reconocimiento al magnate, intente asociar el perfil empresarial del personaje con algunas virtudes a las que se han referido a través de la historia algunos filósofos de la antigua Grecia: Aristóteles, Platón, Sócrates, Heráclito de Éfeso, Epicuro de Samos, Sófocles, por mencionar algunos. Sin encontrar una respuesta que orientara a que base de valores pudo haberse referido el presidente del CCE; optamos por consultar otra fuente que nos supusiera a que valores se podría referir el CCE.

Especulé que, quizá el premio otorgado tendría que ver con al menos uno de los valores (virtudes) que el filósofo contemporáneo André Comte-Sponville;

en una de sus obras describe una antología de valores, virtudes que han significado estudios profundos de filósofos que sí han dejado legados de valores a la humanidad.

En el “Pequeño Tratado de las Grandes Virtudes”, André describe brevemente valores que se pueden desarrollar en nuestra vida cotidiana, tales como: Urbanidad, fidelidad, prudencia, templanza, valentía, justicia, generosidad, compasión, misericordia, gratitud, humildad, sencillez, tolerancia, pureza, mansedumbre, buena fe, humor y amor.

Intente imaginar que valores pudo habernos legado el magnate Carlos Slim a los mexicanos -lo reflexione, considerando su perfil empresarial y filántropo-. Mi análisis basado en las aportaciones de Comte-Sponville en su pequeño tratado de las grandes virtudes que identificara valores que podrían ser propios de Slim en un mundo de actividades o relaciones interpersonales de una comunidad como la nuestra cada vez más compleja. Los valores que

consideramos afines a la actividad del magnate mexicano con la sociedad se limitan a cuatro: urbanidad, justicia, generosidad y solidaridad.

A la urbanidad, André, no le da categoría de virtud, en todo caso -dice- se trata de “un antes de la moral, de lo que no se debe hacer”. Desde luego urbanidad se trata de un valor, pero, un valor ambiguo e insuficiente en sí mismo. “Si la urbanidad se toma demasiado en serio, se convierte en lo contrario de la autenticidad”.

La justicia, sin la justicia, los valores dejarían de ser valores o no valdrían nada, el termino se usa con dos sentidos “el que tiene menos que los otros o menos de lo que piensa que le corresponde, se juzgaran injustas las diferencias demasiado patentes de riqueza, como las transgresiones de la ley”; es decir, el justo es quien no viola la ley, ni los intereses legítimos del otro.

De la generosidad -el autor-, enfatiza, tiene el propósito de ofrecer lo que no es suyo, lo que es nuestro y le falta. la generosidad parece depender mucho más del corazón que del temperamento. Otro de los valores, explicado por André, es solidaridad, ser solidario es pertenecer a un conjunto, es el hecho de una cohesión, de una interdependencia, de una comunidad de intereses o de destino. Ser solidario es compartir una misma historia.

Sin embargo, ninguno de los cuatro, ni otros valores son visibles en el actual del rol que juega el personaje en nuestra sociedad (mexicana), tendremos que continuar una búsqueda más minuciosa por si acaso se pretenda justificar el mérito otorgado.

Es innegable que uno de los servicios, el que mantiene interconectada a

humanidad (mundo entero), son las redes de comunicación: por supuesto el servicio que ha tomado el primer lugar en necesidades colectiva ante el mundo globalizado es el internet.

Sería interesante que la nota del premio que nos ha tomado por sorpresa, la conocieran millones de mexicanos que han contratado el servicio de comunicación (telefonía e internet). Nos surgen inquietudes, ¿se garantiza con responsabilidad el cumpliendo efectivo del servicio contratado? Sin duda, habrá millones de personas inconformes por el incumplimiento de las promociones de un supuesto servicio de calidad, más aún se padece hostilidad ante una atención automatizada y fría detrás de la línea

programada con respuestas deshumanizada y desprovista de respuesta satisfactoria al usuario.

La voz del usuario de los servicios ofrecidos por el magnate a través de TELMEX sería la mejor forma de medir la calidad de atención; consecuente, medir su posible contribución al “desarrollo de nuestra nación basado en valores”.


Eulogio Monreal Ávila
Facebook: Eulogio Monreal
X: @monreal_eulogio

El recién concluido fin de semana se leía una nota informativa de la revista Forbes que llevaba como título “CCE da reconocimiento a Carlos Slim: [‘su amor por México

contribuye al desarrollo’]”. Es el primer premio otorgado por dicho consejo desde su creación (48 años); aparentemente, dicho organismo hace el reconocimiento al multimillonario más rico de América Latina y México, además de ser la 14ª persona más rica del mundo, fue galardonado en reconocimiento “al legado, basado en valores”, -dice la nota- “ha contribuido de manera importante al desarrollo del país”.

Se dice en la fuente (Forbes), que su actividad principal la desarrolla en educación, la salud y el empleo en México y América Latina a través de sus fundaciones como lo son la de Telmex y Carlos Slim A. C., entre otras.

Realmente, quedé sorprendido de dicha nota informativa al haber otorgado un premio al mexicano de origen libaneses, quien durante algún tiempo se mantuvo como el hombre más rico del mundo, el mismo que el consejo de ese gremio reconoce por dejar… ¿un legado a los mexicanos, quizá al mundo entero… un legado basado en valores?, no lo podía creer. Leí la nota dos o tres veces -su contenido, superfluo-, la nota no daba más información que aclarara dudas al lector sobre los valores que motivaron el premio o reconocimiento. Por más que busqué en el texto algún indicio o pista de las supuestas bases de valores, no las encontré, obvio, ¡no existen!

Después de indagar a que valores se pudo haber referido el CCE que otorgo el reconocimiento al magnate, intente asociar el perfil empresarial del personaje con algunas virtudes a las que se han referido a través de la historia algunos filósofos de la antigua Grecia: Aristóteles, Platón, Sócrates, Heráclito de Éfeso, Epicuro de Samos, Sófocles, por mencionar algunos. Sin encontrar una respuesta que orientara a que base de valores pudo haberse referido el presidente del CCE; optamos por consultar otra fuente que nos supusiera a que valores se podría referir el CCE.

Especulé que, quizá el premio otorgado tendría que ver con al menos uno de los valores (virtudes) que el filósofo contemporáneo André Comte-Sponville;

en una de sus obras describe una antología de valores, virtudes que han significado estudios profundos de filósofos que sí han dejado legados de valores a la humanidad.

En el “Pequeño Tratado de las Grandes Virtudes”, André describe brevemente valores que se pueden desarrollar en nuestra vida cotidiana, tales como: Urbanidad, fidelidad, prudencia, templanza, valentía, justicia, generosidad, compasión, misericordia, gratitud, humildad, sencillez, tolerancia, pureza, mansedumbre, buena fe, humor y amor.

Intente imaginar que valores pudo habernos legado el magnate Carlos Slim a los mexicanos -lo reflexione, considerando su perfil empresarial y filántropo-. Mi análisis basado en las aportaciones de Comte-Sponville en su pequeño tratado de las grandes virtudes que identificara valores que podrían ser propios de Slim en un mundo de actividades o relaciones interpersonales de una comunidad como la nuestra cada vez más compleja. Los valores que

consideramos afines a la actividad del magnate mexicano con la sociedad se limitan a cuatro: urbanidad, justicia, generosidad y solidaridad.

A la urbanidad, André, no le da categoría de virtud, en todo caso -dice- se trata de “un antes de la moral, de lo que no se debe hacer”. Desde luego urbanidad se trata de un valor, pero, un valor ambiguo e insuficiente en sí mismo. “Si la urbanidad se toma demasiado en serio, se convierte en lo contrario de la autenticidad”.

La justicia, sin la justicia, los valores dejarían de ser valores o no valdrían nada, el termino se usa con dos sentidos “el que tiene menos que los otros o menos de lo que piensa que le corresponde, se juzgaran injustas las diferencias demasiado patentes de riqueza, como las transgresiones de la ley”; es decir, el justo es quien no viola la ley, ni los intereses legítimos del otro.

De la generosidad -el autor-, enfatiza, tiene el propósito de ofrecer lo que no es suyo, lo que es nuestro y le falta. la generosidad parece depender mucho más del corazón que del temperamento. Otro de los valores, explicado por André, es solidaridad, ser solidario es pertenecer a un conjunto, es el hecho de una cohesión, de una interdependencia, de una comunidad de intereses o de destino. Ser solidario es compartir una misma historia.

Sin embargo, ninguno de los cuatro, ni otros valores son visibles en el actual del rol que juega el personaje en nuestra sociedad (mexicana), tendremos que continuar una búsqueda más minuciosa por si acaso se pretenda justificar el mérito otorgado.

Es innegable que uno de los servicios, el que mantiene interconectada a

humanidad (mundo entero), son las redes de comunicación: por supuesto el servicio que ha tomado el primer lugar en necesidades colectiva ante el mundo globalizado es el internet.

Sería interesante que la nota del premio que nos ha tomado por sorpresa, la conocieran millones de mexicanos que han contratado el servicio de comunicación (telefonía e internet). Nos surgen inquietudes, ¿se garantiza con responsabilidad el cumpliendo efectivo del servicio contratado? Sin duda, habrá millones de personas inconformes por el incumplimiento de las promociones de un supuesto servicio de calidad, más aún se padece hostilidad ante una atención automatizada y fría detrás de la línea

programada con respuestas deshumanizada y desprovista de respuesta satisfactoria al usuario.

La voz del usuario de los servicios ofrecidos por el magnate a través de TELMEX sería la mejor forma de medir la calidad de atención; consecuente, medir su posible contribución al “desarrollo de nuestra nación basado en valores”.


Eulogio Monreal Ávila
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