/ sábado 3 de noviembre de 2018

Nicaragua presente en la poesía de Carlos J. Gallo

Carlos J. Gallo es un joven poeta nicaragüense que ha seguido constante la poesía modernista y de vanguardia. Que aún con todo lo que actualmente está sucediendo en su país, valientemente él sigue al frente de batalla con sus ideales de escritor y poeta construyendo día a día la palabra por medio de su poesía.

El joven poeta nació el 3 de julio del 2001. Es estudiante de undécimo grado del Colegio Calasanz. Además de hablar un inglés fluido, habla el portugués, y el francés básico. Apasionado de las letras y del lenguaje.

Nos comenta el poeta: “Comencé a escribir a la edad dieciséis años con Darío en mis manos, y la erupción de mi interés por la literatura. Los primeros poemas de temática triste, influenciado por la estructura modernista para luego deslumbrarme con el verso libre.” Nos sigue comentando: “A lo largo de mi trayecto, ha sido publicado en mi poesía actual, incorporo versos libres y despojo la rima para encontrar el apogeo de su poesía en el desamor, amor, nostalgia y primaveral. “

Joven poeta que es fiel a la fuerza de la palabra y su trascendencia. Ha presentado su poesía en varios foros culturales y de literatura.

Aquí dos de sus poemas.

MAÑE.

Quisiera decirte estos silencios/ que llevo atorado, / soltarme el llanto/en tus brazos y consolarme/con tu canto de cuando niño. / Sucede que ahora mis ríos/ yacen del lugar equivocado, / que es difícil quitar las piedras/ que evitan que mis lágrimas/ lleguen al otro lado de la corriente, / es difícil. / Suelo mirar tus ojos color café claro/ como mar de sabidurías, / cuando me preparas mi plato favorito/ lo como con tanas ansias. / Cada detalle tuyo, / cada conversación que quieres iniciar, / cada derrame de felicidad que me das, / lo amo, y lo aprecio sabiendo que serás eterna. / Mereces más poemas, / pero no me suelo abrir/ y desnudar esa parte de mí, / que a llantos de recién nacido/ te quiere decir que te ama, / que desde el momento que sentí tus brazos –fortalezas indestructibles-/ supe que hogar también serías tú/ teniendo tus puertas siempre abiertas.

PROMESA.

Seré tus puertas abiertas, / el hogar donde puedas vacacionar, / la rama donde te sostengas/ siempre que estés a punto de caer. / Me sentaré a la par de tus tristezas y le diré que aquí hay alguien que te protege. / Desde que te tuve por primera vez en mis brazos, / supe que nada sería igual/ el mundo nace desde tus ojos/ azul marino, / el mar acaba en tus sonrisa celestial. / No dejaré que vientos te soplen fuera de lo común, / me pondré la capa de superhéroe siempre que sea necesario. / Seré quien cuide de tus huellas, / el pilar que te de equilibrio cuando lo pierdas. / Seré si es necesario, / tu todo y tu nada.


Carlos J. Gallo es un joven poeta nicaragüense que ha seguido constante la poesía modernista y de vanguardia. Que aún con todo lo que actualmente está sucediendo en su país, valientemente él sigue al frente de batalla con sus ideales de escritor y poeta construyendo día a día la palabra por medio de su poesía.

El joven poeta nació el 3 de julio del 2001. Es estudiante de undécimo grado del Colegio Calasanz. Además de hablar un inglés fluido, habla el portugués, y el francés básico. Apasionado de las letras y del lenguaje.

Nos comenta el poeta: “Comencé a escribir a la edad dieciséis años con Darío en mis manos, y la erupción de mi interés por la literatura. Los primeros poemas de temática triste, influenciado por la estructura modernista para luego deslumbrarme con el verso libre.” Nos sigue comentando: “A lo largo de mi trayecto, ha sido publicado en mi poesía actual, incorporo versos libres y despojo la rima para encontrar el apogeo de su poesía en el desamor, amor, nostalgia y primaveral. “

Joven poeta que es fiel a la fuerza de la palabra y su trascendencia. Ha presentado su poesía en varios foros culturales y de literatura.

Aquí dos de sus poemas.

MAÑE.

Quisiera decirte estos silencios/ que llevo atorado, / soltarme el llanto/en tus brazos y consolarme/con tu canto de cuando niño. / Sucede que ahora mis ríos/ yacen del lugar equivocado, / que es difícil quitar las piedras/ que evitan que mis lágrimas/ lleguen al otro lado de la corriente, / es difícil. / Suelo mirar tus ojos color café claro/ como mar de sabidurías, / cuando me preparas mi plato favorito/ lo como con tanas ansias. / Cada detalle tuyo, / cada conversación que quieres iniciar, / cada derrame de felicidad que me das, / lo amo, y lo aprecio sabiendo que serás eterna. / Mereces más poemas, / pero no me suelo abrir/ y desnudar esa parte de mí, / que a llantos de recién nacido/ te quiere decir que te ama, / que desde el momento que sentí tus brazos –fortalezas indestructibles-/ supe que hogar también serías tú/ teniendo tus puertas siempre abiertas.

PROMESA.

Seré tus puertas abiertas, / el hogar donde puedas vacacionar, / la rama donde te sostengas/ siempre que estés a punto de caer. / Me sentaré a la par de tus tristezas y le diré que aquí hay alguien que te protege. / Desde que te tuve por primera vez en mis brazos, / supe que nada sería igual/ el mundo nace desde tus ojos/ azul marino, / el mar acaba en tus sonrisa celestial. / No dejaré que vientos te soplen fuera de lo común, / me pondré la capa de superhéroe siempre que sea necesario. / Seré quien cuide de tus huellas, / el pilar que te de equilibrio cuando lo pierdas. / Seré si es necesario, / tu todo y tu nada.


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