/ jueves 25 de marzo de 2021

Morena y el uso electoral de las vacunas

Lo que muchos anticipamos, pero pocos se atrevieron a decir, se está cumpliendo: Morena está lucrando política y electoralmente con el proceso de vacunación. En medio de la tragedia en la que se cuentan 200 mil muertes oficiales a causa de la pandemia, una deleznable campaña propaganda presume como un logro del partido del presidente, la gestión de vacunas para la población.

Es una canallada. Una burla. Una obscena muestra del desprecio que ese partido tiene por la vida de las personas. Es falso, por ejemplo, que el partido de López Obrador haya renunciado al cincuenta por ciento de las prerrogativas que el INE le entregó para este 2021, para donar esos recursos al combate de la crisis sanitaria.

Sin embargo, los spots de radio y televisión, y los mensajes en las redes sociales, presumen lo contrario: “nosotras y nosotros seguimos trabajando para cuidar a México. Por eso distribuimos y aplicamos la vacuna contra el Covid, de manera gratuita para todas y todas”.

De ese tamaño es su ruindad. Se atreven a promocionar la imagen de su partido, usando los tiempos que otorga la ley, a pesar de que ha sido la negligencia del gobierno lopezobradorista, el origen y la causa de la tragedia sanitaria que estamos viviendo. No lo digo yo, que quede claro. Lo dicen los expertos epidemiológicos del país, los directores de los principales hospitales y centros médicos del país. ¡Vaya!, incluso la propia OMS y los medios internacionales han documentado los errores del gobierno morenista en el combate a la pandemia.

La voracidad electoral de Morena es tan evidente, que el propio INE, a través de la Comisión de Quejas y Denuncias, ha dictado medidas cautelares en su contra (ratificadas por el TEPJF) por usar la vacunación con fines electorales. Y es que lo mismo hemos visto la promoción de candidatos y operadores políticos del partido, que de los Delegados del gobierno federal, quienes han aprovechado la fase de vacunación para llevar agua al molino del presidente.

Pero como sabemos, al partido en el poder le importan poco las formas y mucho menos las leyes. Su único objetivo es afianzar votos para la elección de junio, aunque ello implique vender las escazas vacunas que han llegado al país, como un logro de la mal llamada Cuarta Transformación.

Sin embargo, lejos de los “espejitos” que vende Morena, el país, estimados lectores, atraviesa una crisis sanitaria como nunca se había visto en un siglo. Al apoyarse en las brigadas electorales y no en los Sistemas Estatales de Vacunación, el gobierno de la 4T ha ralentizado el proceso a un nivel preocupante. De hecho, entre los países de la región, México ocupa los últimos lugares en el avance de la inmunización de la población. Ni siquiera se ha completado al total de los trabajadores de la salud, pues únicamente se han aplicado 720 mil vacunas al personal del sector público.

Con la elección intermedia en puerta, Morena arrecia en su estrategia de propagada y promoción haciendo uso de las vacunas y de los programas sociales. La maquinaria electoral ha sido desplegada y el partido del presidente ahora confronta a la autoridad electoral, para intentar desprestigiar su labor como arbitro de las elecciones.

La desesperación del presidente está ahí, pues los errores comienzan a tener un impacto en su imagen y en las preferencias de su partido. Ahora usan la “pensión” de adultos mayores como la última herramienta para afianzarse en el poder, pero el desencanto continúa permeando en el ánimo de la sociedad. Veremos cómo termina esta historia. Bien dicen que “no hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue”.

Lo que muchos anticipamos, pero pocos se atrevieron a decir, se está cumpliendo: Morena está lucrando política y electoralmente con el proceso de vacunación. En medio de la tragedia en la que se cuentan 200 mil muertes oficiales a causa de la pandemia, una deleznable campaña propaganda presume como un logro del partido del presidente, la gestión de vacunas para la población.

Es una canallada. Una burla. Una obscena muestra del desprecio que ese partido tiene por la vida de las personas. Es falso, por ejemplo, que el partido de López Obrador haya renunciado al cincuenta por ciento de las prerrogativas que el INE le entregó para este 2021, para donar esos recursos al combate de la crisis sanitaria.

Sin embargo, los spots de radio y televisión, y los mensajes en las redes sociales, presumen lo contrario: “nosotras y nosotros seguimos trabajando para cuidar a México. Por eso distribuimos y aplicamos la vacuna contra el Covid, de manera gratuita para todas y todas”.

De ese tamaño es su ruindad. Se atreven a promocionar la imagen de su partido, usando los tiempos que otorga la ley, a pesar de que ha sido la negligencia del gobierno lopezobradorista, el origen y la causa de la tragedia sanitaria que estamos viviendo. No lo digo yo, que quede claro. Lo dicen los expertos epidemiológicos del país, los directores de los principales hospitales y centros médicos del país. ¡Vaya!, incluso la propia OMS y los medios internacionales han documentado los errores del gobierno morenista en el combate a la pandemia.

La voracidad electoral de Morena es tan evidente, que el propio INE, a través de la Comisión de Quejas y Denuncias, ha dictado medidas cautelares en su contra (ratificadas por el TEPJF) por usar la vacunación con fines electorales. Y es que lo mismo hemos visto la promoción de candidatos y operadores políticos del partido, que de los Delegados del gobierno federal, quienes han aprovechado la fase de vacunación para llevar agua al molino del presidente.

Pero como sabemos, al partido en el poder le importan poco las formas y mucho menos las leyes. Su único objetivo es afianzar votos para la elección de junio, aunque ello implique vender las escazas vacunas que han llegado al país, como un logro de la mal llamada Cuarta Transformación.

Sin embargo, lejos de los “espejitos” que vende Morena, el país, estimados lectores, atraviesa una crisis sanitaria como nunca se había visto en un siglo. Al apoyarse en las brigadas electorales y no en los Sistemas Estatales de Vacunación, el gobierno de la 4T ha ralentizado el proceso a un nivel preocupante. De hecho, entre los países de la región, México ocupa los últimos lugares en el avance de la inmunización de la población. Ni siquiera se ha completado al total de los trabajadores de la salud, pues únicamente se han aplicado 720 mil vacunas al personal del sector público.

Con la elección intermedia en puerta, Morena arrecia en su estrategia de propagada y promoción haciendo uso de las vacunas y de los programas sociales. La maquinaria electoral ha sido desplegada y el partido del presidente ahora confronta a la autoridad electoral, para intentar desprestigiar su labor como arbitro de las elecciones.

La desesperación del presidente está ahí, pues los errores comienzan a tener un impacto en su imagen y en las preferencias de su partido. Ahora usan la “pensión” de adultos mayores como la última herramienta para afianzarse en el poder, pero el desencanto continúa permeando en el ánimo de la sociedad. Veremos cómo termina esta historia. Bien dicen que “no hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue”.