/ viernes 30 de abril de 2021

Memoria, hechos y presencia | Algo para recordar

Abril de 1952

Estoy en el mercado La Purísima vendiendo verdolagas que recolecté en la huerta de mi papá; lugar muy concurrido por señoras de todos los niveles. El murmullo de los vendedores se mezcla con el canto de los cenzontles, que enjaulados aspiran ser adquiridos por familias que los cuiden y bien alimenten. El aroma del menudo que en la esquina venden, se esparce generando apetito que no es poco.

Estando contando las monedas producto de la venta, llega un Packard color dorado, y desciende una niña preciosa. Tiene el pelo castaño y salpicada de pecas su cara. Se acerca y me pregunta: -¿Cuánto vale un manojo de verdolagas?- y le contesto: -Cincuenta centavos-. La niña saca de su monedero un peso, y alargando su mano me lo dá diciéndome: -Quiero dos manojos- y me pregunta: -¿Cómo te llamas?- mirando sus ojos color miel le contestó: -José Luis; y me dicen “Güicho”- La pecosita con voz apenas perceptible me dice -Soy Elise; y mi papá es el Superintendente de los talleres Ferrocarrileros- y subiendo al Packard se despide con una sonrisa.

Último sábado de abril en 1974

Habiendo recorrido el noreste vendiendo guantes y uniformes de béisbol, viajo de regreso a casa manejando mi R12; y teniendo hambre me detengo en La Pardita para almorzar cortadillo de res caldoso en plato hondo y con tortillas que se inflan sobre el comal- Una vez sorbido los rescoldos (aprovechando que no está Signoret quien me regaña) reanudo el viaje, y una hora después me detengo para un alto sanitario; y -Haaa ¡qué alivio- murmura la vejiga.

El sol baña de calor todo, excepto una nube negra que arriba de mi cabeza amenaza lluvia. San Pedro abre la llave empapando las Gobernadoras, y también los Cardenches y Huizaches. El aroma de flora y tierra mojada se esparce por todos lados; y yo; con los brazos abiertos y cara al cielo, doy gracias a Dios.

Al llegar a mi casa, mis hijos e hijas me abrazan, y Signoret con Chanito en sus brazos, y “el piloncito” en su vientre se acerca; y la beso; y la abrazo; y le digo que la amo. De inmediato nos vamos a cenar taquitos dorados; y también pozole y enchiladas. Ya en la noche mirando en la televisión el clásico tapatío; Güicho y Canito brincando me dicen: =Papá; mañana temprano vamos a Rio blanco a pescar lobinas= De inmediato preparo los equipos de pesca, y cada quien, en su cama, esperamos que amanezca.

Abril del 2021

Al recordar aquellos tiempos, sentado frente a mi computadora mentalmente murmuro: -Pido al tiempo que vuelva, pero. imposible- Ahora en éste nuestro México policultural y contestatario; todo se vino abajo cuando el “presidente” López Obrador irresponsablemente eliminó subsidios a programas sociales que ofrecían ayuda a grupos vulnerables. Además; por incumplir algunos tratados comerciales internacionales, provocará demandas que nos costarán (a quienes trabajamos y pagamos impuestos) miles de millones de dólares.

Los millones de afectados éste seis de junio exigirán que ¡VUELVAN! las políticas públicas exitosas del pasado reciente, pero: los ingenuos al servicio del “presidente” seguro preguntarán: -¿Quieren que los políticos sinvergüenzas y rateros REGRESEN?- La respuesta MULTITUDINARIA será: -¡No!- Y agregarán: -Muchos “chapulines” que eran de otros partidos políticos ahora están en MORENA- ¿Nombres? Elemental.

Es bueno reconocer que algunos integrantes del partido del presidente son honorables y congruentes, porque siendo empresarios y profesionistas exitosos en su ámbito de competencia; más temprano que tarde llegarán ser contrapeso de las políticas públicas erróneas que el presidente aferrado seguirá intentando establecer en perjuicio de los más pobres.

En tanto los políticos extremistas aparentemente irreconciliables encuentran coincidencias para reestablecer las políticas públicas que en el pasado funcionaban bien; con las debidas precauciones mi hijo Donasciano (Chanito) y yo estamos preparando nuestros equipos de pesca para acudir a la presa Calles e intentar lograr lobinas de 5 kilos (o más) y visitar al Cristo Roto (obra que el ingeniero Luis Armando Reynoso Femat siendo Gobernador construyo) para bien de los habitantes de San José de Gracia, quienes siendo anfitriones atienden a miles de peregrinos dejando recursos para vivir en la honorable medianía.

Abril de 1952

Estoy en el mercado La Purísima vendiendo verdolagas que recolecté en la huerta de mi papá; lugar muy concurrido por señoras de todos los niveles. El murmullo de los vendedores se mezcla con el canto de los cenzontles, que enjaulados aspiran ser adquiridos por familias que los cuiden y bien alimenten. El aroma del menudo que en la esquina venden, se esparce generando apetito que no es poco.

Estando contando las monedas producto de la venta, llega un Packard color dorado, y desciende una niña preciosa. Tiene el pelo castaño y salpicada de pecas su cara. Se acerca y me pregunta: -¿Cuánto vale un manojo de verdolagas?- y le contesto: -Cincuenta centavos-. La niña saca de su monedero un peso, y alargando su mano me lo dá diciéndome: -Quiero dos manojos- y me pregunta: -¿Cómo te llamas?- mirando sus ojos color miel le contestó: -José Luis; y me dicen “Güicho”- La pecosita con voz apenas perceptible me dice -Soy Elise; y mi papá es el Superintendente de los talleres Ferrocarrileros- y subiendo al Packard se despide con una sonrisa.

Último sábado de abril en 1974

Habiendo recorrido el noreste vendiendo guantes y uniformes de béisbol, viajo de regreso a casa manejando mi R12; y teniendo hambre me detengo en La Pardita para almorzar cortadillo de res caldoso en plato hondo y con tortillas que se inflan sobre el comal- Una vez sorbido los rescoldos (aprovechando que no está Signoret quien me regaña) reanudo el viaje, y una hora después me detengo para un alto sanitario; y -Haaa ¡qué alivio- murmura la vejiga.

El sol baña de calor todo, excepto una nube negra que arriba de mi cabeza amenaza lluvia. San Pedro abre la llave empapando las Gobernadoras, y también los Cardenches y Huizaches. El aroma de flora y tierra mojada se esparce por todos lados; y yo; con los brazos abiertos y cara al cielo, doy gracias a Dios.

Al llegar a mi casa, mis hijos e hijas me abrazan, y Signoret con Chanito en sus brazos, y “el piloncito” en su vientre se acerca; y la beso; y la abrazo; y le digo que la amo. De inmediato nos vamos a cenar taquitos dorados; y también pozole y enchiladas. Ya en la noche mirando en la televisión el clásico tapatío; Güicho y Canito brincando me dicen: =Papá; mañana temprano vamos a Rio blanco a pescar lobinas= De inmediato preparo los equipos de pesca, y cada quien, en su cama, esperamos que amanezca.

Abril del 2021

Al recordar aquellos tiempos, sentado frente a mi computadora mentalmente murmuro: -Pido al tiempo que vuelva, pero. imposible- Ahora en éste nuestro México policultural y contestatario; todo se vino abajo cuando el “presidente” López Obrador irresponsablemente eliminó subsidios a programas sociales que ofrecían ayuda a grupos vulnerables. Además; por incumplir algunos tratados comerciales internacionales, provocará demandas que nos costarán (a quienes trabajamos y pagamos impuestos) miles de millones de dólares.

Los millones de afectados éste seis de junio exigirán que ¡VUELVAN! las políticas públicas exitosas del pasado reciente, pero: los ingenuos al servicio del “presidente” seguro preguntarán: -¿Quieren que los políticos sinvergüenzas y rateros REGRESEN?- La respuesta MULTITUDINARIA será: -¡No!- Y agregarán: -Muchos “chapulines” que eran de otros partidos políticos ahora están en MORENA- ¿Nombres? Elemental.

Es bueno reconocer que algunos integrantes del partido del presidente son honorables y congruentes, porque siendo empresarios y profesionistas exitosos en su ámbito de competencia; más temprano que tarde llegarán ser contrapeso de las políticas públicas erróneas que el presidente aferrado seguirá intentando establecer en perjuicio de los más pobres.

En tanto los políticos extremistas aparentemente irreconciliables encuentran coincidencias para reestablecer las políticas públicas que en el pasado funcionaban bien; con las debidas precauciones mi hijo Donasciano (Chanito) y yo estamos preparando nuestros equipos de pesca para acudir a la presa Calles e intentar lograr lobinas de 5 kilos (o más) y visitar al Cristo Roto (obra que el ingeniero Luis Armando Reynoso Femat siendo Gobernador construyo) para bien de los habitantes de San José de Gracia, quienes siendo anfitriones atienden a miles de peregrinos dejando recursos para vivir en la honorable medianía.