/ martes 24 de agosto de 2021

Los nuevos pobres de México

“Por el bien de México, primero los pobres”. Con esa frase, López Obrador le vendió a los mexicanos un proyecto de gobierno que, según prometía en campaña, privilegiaría el desarrollo de las clases más vulnerables de este país. Sin embargo, a dos años de arribar a la Presidencia de la República, los datos oficiales contradicen esa premisa.

De acuerdo con el informe “Medición multidimensional de la pobreza en México, 2018-2020”, que realizó el Coneval, en lo que va de este sexenio 3.8 millones de personas se han sumado a las filas de la pobreza y 2 millones más a las filas de la pobreza extrema. Se trata de más de 5 millones de mexicanos que han caído en la pobreza en la era del lopezobradorismo.

En los hechos, los esfuerzos de los últimos gobiernos mexicanos han sido sustanciales para mover la línea de la pobreza hacia abajo. Durante la etapa que el presidente López Obrador califica como neoliberal, por ejemplo, poco más de 10 millones de mexicanos superaron su condición de pobreza. Sin embargo, de 2018 a 2020, el número de mexicanos en pobreza pasó de 51.9 a 55.7 millones y el de mexicanos en condiciones de pobreza extrema pasó de 8.7 a 10.8 millones.

Aunque el primer Mandatario dice que, como en el resto del mundo, el Covid19 fue el causante de la crisis económica y de su impacto en las finanzas de las familias, diversos expertos consideran que fueron tres factores los que agravaron la situación de los mexicanos en estos últimos 2 años:

Las malas decisiones económicas del gobierno federal, que provocaron una contracción económica previo a la llegada de la pandemia y que comprometieron valiosos recursos que pudieron destinarse al fortalecimiento del sistema de salud.

El uso electoral de los programas sociales, que ha impedido su efectividad. De acuerdo con el mismo Coneval, cuando menos diecisiete de éstos no llegan a la población objetivo porque son usados con fines políticos y no hay parámetros que permitan medir su efectividad.

La falta de apoyo a la pequeñas y medianas empresas, que generan cuando menos el 50% de los empleos en México. A diferencia de otros países en los que hubo sustanciosos apoyos a las Pymes, en nuestro país únicamente 7 de cada 100 pudo acceder a algún tipo de crédito. Entre los países de la OCDE, México fue el que menos apoyo brindó a este tipo de empresas, destinando tan sólo el 0.6% de su PIB a lo propio.

A las malas decisiones económicas, hay que sumar los errores en políticas de salud, como la desaparición del Seguro Popular, que dejó a 15 millones de mexicanos sin la protección que hasta entonces tenían. Con ello y en plena pandemia, el 77% de la población, sobre todo los más pobres, se quedaron sin acceso a los servicios de salud.

En este terrible escenario, una persona enferma de Covid19, sin empleo y sin servicios de salud, no tuvo de otra más que enfrentar la enfermedad en casa, auto medicándose y con la esperanza de ganarle la batalla al nuevo virus. De acuerdo con la UNAM, por ejemplo, el 74% de los mexicanos que perdieron la vida, eran obreros y amas de casa.

Así pues, los nuevos pobres de México, los del presente sexenio, han tenido que enfrentar la crisis sanitaria más devastadora de la era moderna, una crisis que ha costado más de 4.8 millones de vidas a nivel mundial y miles de millones de dólares a todas las economías del planeta, pero que sobre todo ha lastimado a las clases más vulnerables, las más desprotegidas.

“Por el bien de México, primero los pobres”. Con esa frase, López Obrador le vendió a los mexicanos un proyecto de gobierno que, según prometía en campaña, privilegiaría el desarrollo de las clases más vulnerables de este país. Sin embargo, a dos años de arribar a la Presidencia de la República, los datos oficiales contradicen esa premisa.

De acuerdo con el informe “Medición multidimensional de la pobreza en México, 2018-2020”, que realizó el Coneval, en lo que va de este sexenio 3.8 millones de personas se han sumado a las filas de la pobreza y 2 millones más a las filas de la pobreza extrema. Se trata de más de 5 millones de mexicanos que han caído en la pobreza en la era del lopezobradorismo.

En los hechos, los esfuerzos de los últimos gobiernos mexicanos han sido sustanciales para mover la línea de la pobreza hacia abajo. Durante la etapa que el presidente López Obrador califica como neoliberal, por ejemplo, poco más de 10 millones de mexicanos superaron su condición de pobreza. Sin embargo, de 2018 a 2020, el número de mexicanos en pobreza pasó de 51.9 a 55.7 millones y el de mexicanos en condiciones de pobreza extrema pasó de 8.7 a 10.8 millones.

Aunque el primer Mandatario dice que, como en el resto del mundo, el Covid19 fue el causante de la crisis económica y de su impacto en las finanzas de las familias, diversos expertos consideran que fueron tres factores los que agravaron la situación de los mexicanos en estos últimos 2 años:

Las malas decisiones económicas del gobierno federal, que provocaron una contracción económica previo a la llegada de la pandemia y que comprometieron valiosos recursos que pudieron destinarse al fortalecimiento del sistema de salud.

El uso electoral de los programas sociales, que ha impedido su efectividad. De acuerdo con el mismo Coneval, cuando menos diecisiete de éstos no llegan a la población objetivo porque son usados con fines políticos y no hay parámetros que permitan medir su efectividad.

La falta de apoyo a la pequeñas y medianas empresas, que generan cuando menos el 50% de los empleos en México. A diferencia de otros países en los que hubo sustanciosos apoyos a las Pymes, en nuestro país únicamente 7 de cada 100 pudo acceder a algún tipo de crédito. Entre los países de la OCDE, México fue el que menos apoyo brindó a este tipo de empresas, destinando tan sólo el 0.6% de su PIB a lo propio.

A las malas decisiones económicas, hay que sumar los errores en políticas de salud, como la desaparición del Seguro Popular, que dejó a 15 millones de mexicanos sin la protección que hasta entonces tenían. Con ello y en plena pandemia, el 77% de la población, sobre todo los más pobres, se quedaron sin acceso a los servicios de salud.

En este terrible escenario, una persona enferma de Covid19, sin empleo y sin servicios de salud, no tuvo de otra más que enfrentar la enfermedad en casa, auto medicándose y con la esperanza de ganarle la batalla al nuevo virus. De acuerdo con la UNAM, por ejemplo, el 74% de los mexicanos que perdieron la vida, eran obreros y amas de casa.

Así pues, los nuevos pobres de México, los del presente sexenio, han tenido que enfrentar la crisis sanitaria más devastadora de la era moderna, una crisis que ha costado más de 4.8 millones de vidas a nivel mundial y miles de millones de dólares a todas las economías del planeta, pero que sobre todo ha lastimado a las clases más vulnerables, las más desprotegidas.