La RAE define la palabra linchamiento como “Ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o aun reo”. Tan grave o aún más, tan peligroso es “inducir con la fuerza a alguien a una acción”, como cometer algún delito.
La historia de la humanidad es basta en acontecimientos en los que se incita actuar con violencia a linchamientos. ¿Se interpretaría una acción de incitar a la violencia de linchamiento, como una regresión a la barbarie o debiéramos entender como una forma obscena de hacer política intransigente?
En días recientes, lamentablemente lo escuchamos en voz de una mujer, supuesta “profesional de la política”, quien con un acento inmoderado en un discurso partidista incitaba a actuar con violencia contra quienes pensaran diferente a propósito de la reforma judicial, aún en proceso.
El acontecer no es mínimo, máxime, que de una mujer se trata; incluso, la balandronada no debiera ser protegida con el manto del fuero constitucional que la protege.No es lo que esperamos de alguien que representa los intereses de su estado y la nación. Es una pena ajena para el género que representa.
Desde luego, no todo acto del género femenino se le debe observar con la misma reflexión; verbigracia, al transcurrir doscientos años en nuestro país, por primera vez el pueblo de México ha elegido sea gobernado por una mujer. El pueblo de nuestra nación ha sido sabio, al decidir su destino representado por una mujer inteligente.
Sin embargo, el hecho al que nos queremos referir como lamentable, se registró la semana recién concluida en una de las pocas entidades gobernadas por el partido de la derecha, el PAN.
El incidente se presentó en un discurso en el que se incita a la violencia, se exterioriza en el marco de una convocatoria de supuesto análisis emitida por el presidente del Comité Ejecutivo Estatal de ese partido en la entidad, para que legisladores locales y federales, así como otros representantes populares, militantes y/o simpatizantes atestiguaran posibles posicionamientos o estrategias en relación a la reforma judicialLtodavía en proceso en el congreso de la unión.
De gran desilusión debe ser para un pueblo que una mujer incite a la violencia convocando al linchamiento a quienes piensen diferente, de mayor preocupación debe ser para sus electores que recién la eligieron para que representara su estado (Aguascalientes).
En Wikipedia se registran definiciones en referencia a los actos de linchamiento acontecidos en diferentes partes del mundo a lo largo de la historia; entre ellos, México en los que se reconocen sucesos de delirio o exaltación extrema.
Por citar uno de la fuente consultada arriba referida, se relaciona con el acto de fanatismo que data el mismo año en que se registra la noche de Tlatelolco (movimiento estudiantil de aquel 1968). Fue precisamente el 14 de septiembre por la noche en el poblado de “san Miguel Canoa de Puebla” en las faldas del volcán Malinche, se incitaba a la violencia mediante el linchamiento.
La contingencia se presentó en perjuicio de cinco jóvenes que pasaban por el volcán y dado el mal tiempo que no les permitía el ascenso, se refugiaron allí (el poblado de san Miguel Canoa).
Se revela que el párroco católico del pueblo fue quien incito la revuelta propiciando uno de los eventos más escalofriantes motivado por el exacerbado fanatismo religiosos.
Los jóvenes fueron confundidos por estudiantes y acusados de ateos comunistas. El saldo fue que, solo sobrevivieron dos de los cinco estudiantes a pesar de la intervención de trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla y otros pobladores que se opusieron a semejante acto.
Así se relacionan también, actos de linchamiento en países como: Nigeria, Sudáfrica, Bolivia, Brasil, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Republica Dominicana, Afganistán, India, Israel, Palestina, Turquía, Reino Unido, Alemania, España, entre otros más.Concluyentemente, la oradora que ha generado conmoción en la nación es la representante de los aguascalentenses en la cámara alta (Cámara de Senadores), senadora de la republica María de Jesús Diaz Marmolejo, mejor conocida en el medio político como Chuya Diaz, quien, en dicho acto convocado por el presidente del PAN local, expreso incitación a la violencia mediante linchamiento contratodo aquel legislador que piense diferente a los ideales de esa expresión política de la derecha.
Aquí la expresión de exaltación extrema por la Senadora Chuya Diaz dice: “ES COMO PARA QUE, AL WEY QUE VOTE EN CONTRA LO LINCHEN AL PENDEJO, ES EN SERIO, ASÍ COMO ES Y ASÍ COMO SOY YO, DE MAL HABLADA QUE LO AGARREN A CHINGADAZOS Y QUE LE DEN CON TODO AL WEY QUE NO VOTE EN CONTRA DE ESTA REFORMA, ESO OCUPAMOS GENTE…”Aún se trate de una representante de una entidad federativa, Aguascalientes, no deja de ser parte integrante del Congreso de la Unión (Cámara de Senadores) que representa a la república. Ante el acto de incitar a la violencia por linchamiento, exige una explicación a los mexicanos por su inadecuado comportamiento de provocar violencia, en su caso aplicar con rigor el peso de la ley, independiente a su derecho y goce del fuero constitucional.
Una verdadera crisis por la falta de respeto a las personas e instituciones públicas vive el pueblo de Aguascalientes con sus representantes populares; peor aún, se padece en la localidad de una oposición responsable, que genere contrapeso en las decisiones en el ejercicio de la función pública del conservadurismo.