/ domingo 11 de marzo de 2018

La medicina y el médico... hoy (I DE III)

Hoy día, la medicina ha logrado tener un panorama y un punto de vista más amplio y más lejano de lo que es en realidad; su horizonte se ha ampliado más que ayer y lo hará menos que mañana, to- do para ir superando el bienestar de la humanidad doliente, con las posibilidades de poder curar mejor y de abatir procurando los “evitables”, esto es, previniendo.

Claro que en lo relativo a la profesión médica, que desde finales del siglo antepasado, ha perdido paulatinamente lo venerable y se convirtió casi de golpe en una labor asalariada, que no ha escapado de lo global de la economía, ya es parte de un sistema de servicios por ser un que- hacer popular y muy generalizado, además de fragmentada en especialidades y sub especialidades de varios niveles por la experiencia y la profundidad de los conocimientos que para ello se requieren, un solo practicante de la medicina, ya no tiene la capacidad –el solo-, de hacer todos los diagnósticos ni de curar todas las enfermedades, requiere del concurso y conocimientos de otros médicos con más ampliados conocimientos y tener la experiencia respecto de un determinado padecimiento que requiere de una solución, como deben de ser todas las soluciones: con eficacia.

Pero ya la medicina y los médicos estamos metidos en lo que es la globalización o mundialización, siendo que la medicina pura, es tan noble y humana, ya es la industria de la medicina, la que priva en todo este maremágnum, la ha conducido y hace que ella, el día de hoy esté tanto cuanto deshominizada y por la tanto deshumanizada en estricto sentido de la palabra y de su función principal, que es velar por la salud, por el hombre en el sentido amplio, para cuando tenga algún sufrimiento físico, emocional o social y procurarle un real estado de salud general.

También estos cambios, lógico, han logrado que los anteriores paradigmas de la medicina, tengan los consiguientes cambios hacia el mejoramiento, han evolucionado, se han suplido por otros conceptos y paradigmas más amplios, para mejor decirlo, más generalizados, han logrado que la medicina se aleje del individuo como persona, como individualidad y se convierta en un asunto más democrático y más popular; sin perder el apoyo del método científico, se retiró un poco más cada vez, de lo meramente humano, lo propio del hombre, incluida su filosofía, tan específica de la medicina.

Hasta cabe una pregunta: ¿Todavía la medicina sigue siendo una ciencia, un arte, un oficio y hasta una magia? Se ha fragmentado y sigue sien- do todo al mismo tiempo, pero por separado, en pedazos, como que hay una solución de continuidad, pero su objetivo (el hombre), sigue siendo el mismo que siempre ha sido, se le han agregado nuevas enfermedades y nuevas posibilidades de curación más eficaces que antiguamente, se ha logrado aprovechar los grandes y continuos avances.

Así entonces, la medicina como quehacer, es una ciencia esencialmente humana y sin duda alguna, es absolutamente necesaria para toda la humanidad, ya en la salud, ya en la enfermedad.

(Continuará)


Hoy día, la medicina ha logrado tener un panorama y un punto de vista más amplio y más lejano de lo que es en realidad; su horizonte se ha ampliado más que ayer y lo hará menos que mañana, to- do para ir superando el bienestar de la humanidad doliente, con las posibilidades de poder curar mejor y de abatir procurando los “evitables”, esto es, previniendo.

Claro que en lo relativo a la profesión médica, que desde finales del siglo antepasado, ha perdido paulatinamente lo venerable y se convirtió casi de golpe en una labor asalariada, que no ha escapado de lo global de la economía, ya es parte de un sistema de servicios por ser un que- hacer popular y muy generalizado, además de fragmentada en especialidades y sub especialidades de varios niveles por la experiencia y la profundidad de los conocimientos que para ello se requieren, un solo practicante de la medicina, ya no tiene la capacidad –el solo-, de hacer todos los diagnósticos ni de curar todas las enfermedades, requiere del concurso y conocimientos de otros médicos con más ampliados conocimientos y tener la experiencia respecto de un determinado padecimiento que requiere de una solución, como deben de ser todas las soluciones: con eficacia.

Pero ya la medicina y los médicos estamos metidos en lo que es la globalización o mundialización, siendo que la medicina pura, es tan noble y humana, ya es la industria de la medicina, la que priva en todo este maremágnum, la ha conducido y hace que ella, el día de hoy esté tanto cuanto deshominizada y por la tanto deshumanizada en estricto sentido de la palabra y de su función principal, que es velar por la salud, por el hombre en el sentido amplio, para cuando tenga algún sufrimiento físico, emocional o social y procurarle un real estado de salud general.

También estos cambios, lógico, han logrado que los anteriores paradigmas de la medicina, tengan los consiguientes cambios hacia el mejoramiento, han evolucionado, se han suplido por otros conceptos y paradigmas más amplios, para mejor decirlo, más generalizados, han logrado que la medicina se aleje del individuo como persona, como individualidad y se convierta en un asunto más democrático y más popular; sin perder el apoyo del método científico, se retiró un poco más cada vez, de lo meramente humano, lo propio del hombre, incluida su filosofía, tan específica de la medicina.

Hasta cabe una pregunta: ¿Todavía la medicina sigue siendo una ciencia, un arte, un oficio y hasta una magia? Se ha fragmentado y sigue sien- do todo al mismo tiempo, pero por separado, en pedazos, como que hay una solución de continuidad, pero su objetivo (el hombre), sigue siendo el mismo que siempre ha sido, se le han agregado nuevas enfermedades y nuevas posibilidades de curación más eficaces que antiguamente, se ha logrado aprovechar los grandes y continuos avances.

Así entonces, la medicina como quehacer, es una ciencia esencialmente humana y sin duda alguna, es absolutamente necesaria para toda la humanidad, ya en la salud, ya en la enfermedad.

(Continuará)


ÚLTIMASCOLUMNAS