/ jueves 18 de julio de 2019

La denuncia de Carlos Urzúa

Por: Martha Cecilia Márquez Alvarado

Carlos Urzúa se suma a la lista de funcionarios públicos que han renunciado en lo que va del actual sexenio; al igual que Germán Martínez hace una serie de señalamientos que confirman lo que hemos venido denunciando desde hace meses: toma de decisiones sin sustento, imposición de funcionarios sin conocimiento, así como conflicto de intereses.

Esta renuncia evidencia una crisis de gobernabilidad en el gabinete, y también una crisis económica y posible recesión que como varios expertos en materia económica, como el Banco de América y el mismo Banco de México, han alertado.

Ambas crisis son preocupantes, la primera porque la falta de diálogo entre los integrantes del gobierno genera incertidumbre y desconfianza en los mercados internacionales, lo cual provocaría fuga de capitales. La segunda se deriva de las malas decisiones que ha tomado el Gobierno federal, como la eliminación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), por el cual terminaremos pagando más de lo que supuestamente ahorramos, la construcción del aeropuerto en Santa Lucía en sustitución de éste último, la construcción del Tren Maya, así como la refinería en Dos Bocas, todas sin sustento sólido ni estudios que garanticen su viabilidad.

Si bien aún no ha habido un crecimiento significativo de la inflación en este periodo, es importante recalcar que la desaceleración económica y la recesión tardan un tiempo en reflejarse en las variables económicas, por lo que es urgente que se tomen en cuenta las declaraciones de Urzúa, pues a nadie le conviene un escenario como éste.

En este sentido, hice un llamado para que la Auditoría Superior de la Federación, así como la Secretaría de la Función Pública, hagan las investigaciones pertinentes y aclaren el conflicto de interés al cual hizo referencia el exsecretario, y que de ser comprobado que existe corrupción se castigue a los responsables.

Claramente Urzúa hace una radiografía del actual gobierno, hemos visto una constante serie de ocurrencias, como las que ya enumeré, aunado a la destrucción de programas fundamentales para el desarrollo social, como el programa de estancias infantiles, y sustituyéndolos por programas que cumplen más con fines electorales que de carácter social.

Lamentablemente el Presidente sigue encasillado en que todo está bien y que no hay ninguna razón para preocuparnos, sigue descalificando a quiénes no solapan sus ocurrencias y negando errores y tristemente sin la mínima disposición de escuchar a quienes estamos dispuestos a apoyarlo.

Por último, al igual que como lo hice con el entonces Titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reconozco la capacidad del exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, y aplaudo la congruencia con la que dirigió la secretaría, así como los señalamientos que realizó.

Desearía seguir llenando estas líneas con un panorama alentador; sin embargo, es innegable que el país se encuentra sumergido en una crisis que el actual gobierno no ha querido aceptar. Pido al Presidente que deje a un lado su soberbia y sus dogmas, acepte que se han cometido errores y corrija el rumbo, desde el Senado hemos señalado todo aquello que daña al país, pero también hemos estado para apoyar todo lo que beneficie a las y los mexicanos y, sin duda alguna así lo seguiremos haciendo.

Por: Martha Cecilia Márquez Alvarado

Carlos Urzúa se suma a la lista de funcionarios públicos que han renunciado en lo que va del actual sexenio; al igual que Germán Martínez hace una serie de señalamientos que confirman lo que hemos venido denunciando desde hace meses: toma de decisiones sin sustento, imposición de funcionarios sin conocimiento, así como conflicto de intereses.

Esta renuncia evidencia una crisis de gobernabilidad en el gabinete, y también una crisis económica y posible recesión que como varios expertos en materia económica, como el Banco de América y el mismo Banco de México, han alertado.

Ambas crisis son preocupantes, la primera porque la falta de diálogo entre los integrantes del gobierno genera incertidumbre y desconfianza en los mercados internacionales, lo cual provocaría fuga de capitales. La segunda se deriva de las malas decisiones que ha tomado el Gobierno federal, como la eliminación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), por el cual terminaremos pagando más de lo que supuestamente ahorramos, la construcción del aeropuerto en Santa Lucía en sustitución de éste último, la construcción del Tren Maya, así como la refinería en Dos Bocas, todas sin sustento sólido ni estudios que garanticen su viabilidad.

Si bien aún no ha habido un crecimiento significativo de la inflación en este periodo, es importante recalcar que la desaceleración económica y la recesión tardan un tiempo en reflejarse en las variables económicas, por lo que es urgente que se tomen en cuenta las declaraciones de Urzúa, pues a nadie le conviene un escenario como éste.

En este sentido, hice un llamado para que la Auditoría Superior de la Federación, así como la Secretaría de la Función Pública, hagan las investigaciones pertinentes y aclaren el conflicto de interés al cual hizo referencia el exsecretario, y que de ser comprobado que existe corrupción se castigue a los responsables.

Claramente Urzúa hace una radiografía del actual gobierno, hemos visto una constante serie de ocurrencias, como las que ya enumeré, aunado a la destrucción de programas fundamentales para el desarrollo social, como el programa de estancias infantiles, y sustituyéndolos por programas que cumplen más con fines electorales que de carácter social.

Lamentablemente el Presidente sigue encasillado en que todo está bien y que no hay ninguna razón para preocuparnos, sigue descalificando a quiénes no solapan sus ocurrencias y negando errores y tristemente sin la mínima disposición de escuchar a quienes estamos dispuestos a apoyarlo.

Por último, al igual que como lo hice con el entonces Titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reconozco la capacidad del exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, y aplaudo la congruencia con la que dirigió la secretaría, así como los señalamientos que realizó.

Desearía seguir llenando estas líneas con un panorama alentador; sin embargo, es innegable que el país se encuentra sumergido en una crisis que el actual gobierno no ha querido aceptar. Pido al Presidente que deje a un lado su soberbia y sus dogmas, acepte que se han cometido errores y corrija el rumbo, desde el Senado hemos señalado todo aquello que daña al país, pero también hemos estado para apoyar todo lo que beneficie a las y los mexicanos y, sin duda alguna así lo seguiremos haciendo.

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