/ martes 5 de abril de 2022

¿Es lo que merecemos los mexicanos…? 

No somos pocos los mexicanos que nos preguntamos, si lo que está pasando en la comunicación y forma de entendimiento (mal entendimiento) propiciada en redes sociales u otras formas de difusión, por quienes no terminan por aceptar una etapa distinta de hacer gobierno (política) legitimada en el sufragio.

No debemos olvidar que, en el 2018 más de treinta millones de ciudadanos (el más alto en la historia de México) legitimamos libre, consciente y deliberadamente a nuestro actual presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, el ejercicio de un derecho fundamental, como lo fue, haber elegido auténtica y libremente al presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se trata de un acontecimiento inédito en las democracias modernas que se han venido estableciendo (con dificultad), a demanda ciudadana. En campañas de descalificación y desprestigio plagadas de intolerancia, se pueden advertir fervientes promotores en polarizar en lo política y social.

El actuar, (escudándose en la libertad de expresión), se distingue por emitir mensajes de irrespeto a las instituciones o a quienes representan las instituciones. En el desagradable, provocador y polarizador video transmitido en redes sociales, se convoca a una marcha nacional para el día tres de abril, se pueden advertir consignas de exaltación, como la de “¡TERMINAS Y TE VAS!” con lenguaje que, innegablemente incita a la violencia dado su contenido y expresiones faciales de sus participantes. Cito contenido de expresión de sus actores: “revocación igual a distracción, tus resultados han sido nefastos por eso los mexicanos te decimos: terminas y te vas”, “es momento de que nuestra voz se escuche, terminas y te vas”, “México unido te exige que gobiernes, no más campañas a tu favor, terminas y te vas”, “que se escuche fuerte y claro no nos vamos a callar”, “todos unidos por un México democrático institucional, libre y en paz, porque no nos vamos a callar nos vemos en la calle este tres de abril”, “yo quiero educación, medicamento para los niños, trabajo, empleo en vez de revocación, terminas y te vas”, “al presidente de México se le contrata por seis años, no hay ratificación, ni hay revocación, así es de que terminas y te vas”, “es momento de que en México la sociedad civil defina lo que va a suceder, vayamos a las calles este tres de abril”, “Andrés te queda solo el diez, nosotros a las calles el tres de abril, terminas y te vas”, “los mexicanos pensantes, auténticos ciudadanos, la sociedad civil organizada, ya no caemos tan fácilmente en las trampas, ni en las mentiras, vamos a dejar vacías las urnas este diez de abril”, “yo no participo en la revocación de mandato, terminas y te vas”, “muchos mexicanos honestos y trabajadores, estamos hartos de este gobierno, Andrés terminas y te vas, el tres de abril todos a las calles”, “mentiras basta de querer dividir al país, terminas y te vas”, “no caigamos en la farsa de la revocación de Mandato, este tres de abril todos a las calles, Andrés terminas y te vas” La retórica irreverente y de odio, es por demás evidente. Guste o no, en nuestro Estado de Derecho, AMLO representa una de las instituciones de mayor relevancia de la Nación. El titular del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión se deposita en un solo individuo, a quien se le denomina presidente de los Estados Unidos Mexicanos. El énfasis con el que hacen campaña sucia, deja mucho que decir, versus, a lo que arguyen ser o pertenecer a un México unido, auténticos ciudadanos, sociedad civil organizada, mexicanos honestos y trabajadores o que representan un México democrático institucional.

En todo caso, se puede insinuar incongruencias, se observa y escucha claramente un discurso vacío, sin argumentos y nocivo para una sociedad que demanda cohesión y paz social. Los participantes de la perorata difundida en redes sociales están lejos de ser “mexicanos unidos, ciudadanos auténticos, honestos, trabajadores, democráticos o institucionales, como se presentan en el promocional”. Un ciudadano auténtico, es quien respeta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y sus instituciones; un ciudadano honesto, debe serlo cuando demuestre el signo de “rectitud de ánimo e integridad en el obrar”; el ciudadano trabajador pertenece en el mas de los casos, a la clase social; ser democrático e institucional, es respetar la voluntad del pueblo de México que ejerció su derecho de elegir y sufragó por quienes serían sus representantes en la soberanía de los poderes de la Unión, de entre ellos, el poder Ejecutivo Federal que se deposita en el “presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.

México es grande, significa más de lo que unos cuantos pretenden engañar… los mexicanos dimos el paso para transformar.

¡Seguiremos en lucha hasta su consolidación!

No somos pocos los mexicanos que nos preguntamos, si lo que está pasando en la comunicación y forma de entendimiento (mal entendimiento) propiciada en redes sociales u otras formas de difusión, por quienes no terminan por aceptar una etapa distinta de hacer gobierno (política) legitimada en el sufragio.

No debemos olvidar que, en el 2018 más de treinta millones de ciudadanos (el más alto en la historia de México) legitimamos libre, consciente y deliberadamente a nuestro actual presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, el ejercicio de un derecho fundamental, como lo fue, haber elegido auténtica y libremente al presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se trata de un acontecimiento inédito en las democracias modernas que se han venido estableciendo (con dificultad), a demanda ciudadana. En campañas de descalificación y desprestigio plagadas de intolerancia, se pueden advertir fervientes promotores en polarizar en lo política y social.

El actuar, (escudándose en la libertad de expresión), se distingue por emitir mensajes de irrespeto a las instituciones o a quienes representan las instituciones. En el desagradable, provocador y polarizador video transmitido en redes sociales, se convoca a una marcha nacional para el día tres de abril, se pueden advertir consignas de exaltación, como la de “¡TERMINAS Y TE VAS!” con lenguaje que, innegablemente incita a la violencia dado su contenido y expresiones faciales de sus participantes. Cito contenido de expresión de sus actores: “revocación igual a distracción, tus resultados han sido nefastos por eso los mexicanos te decimos: terminas y te vas”, “es momento de que nuestra voz se escuche, terminas y te vas”, “México unido te exige que gobiernes, no más campañas a tu favor, terminas y te vas”, “que se escuche fuerte y claro no nos vamos a callar”, “todos unidos por un México democrático institucional, libre y en paz, porque no nos vamos a callar nos vemos en la calle este tres de abril”, “yo quiero educación, medicamento para los niños, trabajo, empleo en vez de revocación, terminas y te vas”, “al presidente de México se le contrata por seis años, no hay ratificación, ni hay revocación, así es de que terminas y te vas”, “es momento de que en México la sociedad civil defina lo que va a suceder, vayamos a las calles este tres de abril”, “Andrés te queda solo el diez, nosotros a las calles el tres de abril, terminas y te vas”, “los mexicanos pensantes, auténticos ciudadanos, la sociedad civil organizada, ya no caemos tan fácilmente en las trampas, ni en las mentiras, vamos a dejar vacías las urnas este diez de abril”, “yo no participo en la revocación de mandato, terminas y te vas”, “muchos mexicanos honestos y trabajadores, estamos hartos de este gobierno, Andrés terminas y te vas, el tres de abril todos a las calles”, “mentiras basta de querer dividir al país, terminas y te vas”, “no caigamos en la farsa de la revocación de Mandato, este tres de abril todos a las calles, Andrés terminas y te vas” La retórica irreverente y de odio, es por demás evidente. Guste o no, en nuestro Estado de Derecho, AMLO representa una de las instituciones de mayor relevancia de la Nación. El titular del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión se deposita en un solo individuo, a quien se le denomina presidente de los Estados Unidos Mexicanos. El énfasis con el que hacen campaña sucia, deja mucho que decir, versus, a lo que arguyen ser o pertenecer a un México unido, auténticos ciudadanos, sociedad civil organizada, mexicanos honestos y trabajadores o que representan un México democrático institucional.

En todo caso, se puede insinuar incongruencias, se observa y escucha claramente un discurso vacío, sin argumentos y nocivo para una sociedad que demanda cohesión y paz social. Los participantes de la perorata difundida en redes sociales están lejos de ser “mexicanos unidos, ciudadanos auténticos, honestos, trabajadores, democráticos o institucionales, como se presentan en el promocional”. Un ciudadano auténtico, es quien respeta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y sus instituciones; un ciudadano honesto, debe serlo cuando demuestre el signo de “rectitud de ánimo e integridad en el obrar”; el ciudadano trabajador pertenece en el mas de los casos, a la clase social; ser democrático e institucional, es respetar la voluntad del pueblo de México que ejerció su derecho de elegir y sufragó por quienes serían sus representantes en la soberanía de los poderes de la Unión, de entre ellos, el poder Ejecutivo Federal que se deposita en el “presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.

México es grande, significa más de lo que unos cuantos pretenden engañar… los mexicanos dimos el paso para transformar.

¡Seguiremos en lucha hasta su consolidación!