/ martes 23 de noviembre de 2021

Encrucijada por la transformación

La semana recién concluida, en Aguascalientes se desarrolló una intensa movilidad de muchos actores políticos pertenecientes al movimiento de regeneración nacional de la localidad. Es lógico y, hasta cierto punto normal, por tratarse de la recta final en una administración estatal muy cuestionada y el recién iniciado proceso electoral 2021-2022, para elegir al próximo gobernador (a).

El tema principal de esa agitación política y social, se centraba en los y las aspirantes que se registraron para contender internamente a la candidatura de la gubernatura del próximo año. Quién lo hubiera imaginado, cuando apenas en la pasada contienda del 2016, para el mismo cargo, en la verdadera izquierda (morena), era nulo el interés de participantes en comparación con los registros aceptados por el partido. El pasado domingo 14 de noviembre, sumaba un total de diez y siete aspirantes entre mujeres y hombres que aspiraban a la candidatura de gobernador (a).Es cierto que(en 2016), en los corrillos de morena local, había una y única opción a la candidatura, la cual, el consejo nacional había determinado reservar al sexo femenino, para cumplir con la paridad de género; como también lo es que, eran nulas las condiciones del movimiento, pensar en una posibilidad de esperanza competitiva en la contienda constitucional, para elegir al ejecutivo local.

Es innegable que el escenario político de competencia del movimiento social (morena), ha afianzado con los resultados de la elección del 1 de julio de 2018, es un fenómeno que se encuentra en plena formación y/o consolidación en regiones o localidades donde los partidos de centro y derecha en el pasado inmediato tuvieron presencia o arraigo con los electores (como es el caso de nuestra entidad de Aguascalientes), como tampoco, podemos negar que, nuestro movimiento (a mitad de camino),se ha venido fortaleciendo con las acciones de un gobierno que impulsa una transformación radical.

El Comité Ejecutivo Nacional y la Comisión Nacional de Elecciones, cuentan con la alta responsabilidad, para pronunciarse por el o la aspirante que garantice mayor aceptación, no solo con la militancia y simpatía interna (partido), sino con la ciudadanía del estado. Ambas instancias, tienen la posibilidad de armonizar el mejor resultado final, estamos ciertos de que así será.

El tsunami, como muchos analistas políticos definieron el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador con los resultados del 18, sigue vigente y, quien sea el favorecido, de acuerdo a la convocatoria para elegir candidato (a), debiera aprovechar esa fortaleza de nuestro movimiento más allá de pifias o protagonismos personales.

Es claro que, nuestro crecimiento como movimiento en la entidad, reflejados en los resultados de las elecciones locales y federales del 2019 y 2021, se debe fundamentalmente a la presencia del gobierno federal en la entidad, a la aprobación de un gobierno cercano a la gente, no tanto a un trabajo territorial (bajo), que se haya realizado por actores o referentes de liderazgo locales.

Si bien es cierto que en la última elección para elegir gobernador en el 2016 (previo al tsunami de AMLO), la presencia de nuestro movimiento era nula, también lo es que hoy, se presenta una coyuntura, dadas las condiciones política y social, por el buen trabajo del gobierno federal, pero además por el mal gobierno de la administración actual del estado; la corrupción y la frivolidad con que se ha gobernado nuestra entidad y el municipio de Aguascalientes.

Las y los actores políticos de morena en la localidad, hoy tenemos la gran oportunidad de pugnar por un movimiento social que, si se puede UNIFICAR, de un movimiento que, si se puede ORGANIZAR, de un movimiento que, si se puede CAPACITAR y, de un movimiento que si se puede MOVILIZAR; el reto, es de mayor envergadura. Hoy tenemos la oportunidad histórica de actuar inteligentemente, superando vicios como: el egoísmo, la envidia, protagonismo, descalificación, denostación, soberbia, la crítica destructiva, entre otros. Nuestra convocatoria como dirigente, es y siempre será (como el primer día), de unificar y actuar con madurez política, dejando de lado el protagonismo personal o de grupos que mucho daño ha generado al movimiento.

P.D. No fueron pocas las personas que conocen de mi trayectoria académica y de participación política en la entidad que, respaldaban la posibilidad de mi participación en dicho proceso, la cual decidí no participar, por esa misma razón: sin protagonismos, ni ambiciones personales y mucho menos, ¡oportunismo! A todos ellos, mi agradecimiento, por sus muestras de aliento. Al tiempo.

La semana recién concluida, en Aguascalientes se desarrolló una intensa movilidad de muchos actores políticos pertenecientes al movimiento de regeneración nacional de la localidad. Es lógico y, hasta cierto punto normal, por tratarse de la recta final en una administración estatal muy cuestionada y el recién iniciado proceso electoral 2021-2022, para elegir al próximo gobernador (a).

El tema principal de esa agitación política y social, se centraba en los y las aspirantes que se registraron para contender internamente a la candidatura de la gubernatura del próximo año. Quién lo hubiera imaginado, cuando apenas en la pasada contienda del 2016, para el mismo cargo, en la verdadera izquierda (morena), era nulo el interés de participantes en comparación con los registros aceptados por el partido. El pasado domingo 14 de noviembre, sumaba un total de diez y siete aspirantes entre mujeres y hombres que aspiraban a la candidatura de gobernador (a).Es cierto que(en 2016), en los corrillos de morena local, había una y única opción a la candidatura, la cual, el consejo nacional había determinado reservar al sexo femenino, para cumplir con la paridad de género; como también lo es que, eran nulas las condiciones del movimiento, pensar en una posibilidad de esperanza competitiva en la contienda constitucional, para elegir al ejecutivo local.

Es innegable que el escenario político de competencia del movimiento social (morena), ha afianzado con los resultados de la elección del 1 de julio de 2018, es un fenómeno que se encuentra en plena formación y/o consolidación en regiones o localidades donde los partidos de centro y derecha en el pasado inmediato tuvieron presencia o arraigo con los electores (como es el caso de nuestra entidad de Aguascalientes), como tampoco, podemos negar que, nuestro movimiento (a mitad de camino),se ha venido fortaleciendo con las acciones de un gobierno que impulsa una transformación radical.

El Comité Ejecutivo Nacional y la Comisión Nacional de Elecciones, cuentan con la alta responsabilidad, para pronunciarse por el o la aspirante que garantice mayor aceptación, no solo con la militancia y simpatía interna (partido), sino con la ciudadanía del estado. Ambas instancias, tienen la posibilidad de armonizar el mejor resultado final, estamos ciertos de que así será.

El tsunami, como muchos analistas políticos definieron el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador con los resultados del 18, sigue vigente y, quien sea el favorecido, de acuerdo a la convocatoria para elegir candidato (a), debiera aprovechar esa fortaleza de nuestro movimiento más allá de pifias o protagonismos personales.

Es claro que, nuestro crecimiento como movimiento en la entidad, reflejados en los resultados de las elecciones locales y federales del 2019 y 2021, se debe fundamentalmente a la presencia del gobierno federal en la entidad, a la aprobación de un gobierno cercano a la gente, no tanto a un trabajo territorial (bajo), que se haya realizado por actores o referentes de liderazgo locales.

Si bien es cierto que en la última elección para elegir gobernador en el 2016 (previo al tsunami de AMLO), la presencia de nuestro movimiento era nula, también lo es que hoy, se presenta una coyuntura, dadas las condiciones política y social, por el buen trabajo del gobierno federal, pero además por el mal gobierno de la administración actual del estado; la corrupción y la frivolidad con que se ha gobernado nuestra entidad y el municipio de Aguascalientes.

Las y los actores políticos de morena en la localidad, hoy tenemos la gran oportunidad de pugnar por un movimiento social que, si se puede UNIFICAR, de un movimiento que, si se puede ORGANIZAR, de un movimiento que, si se puede CAPACITAR y, de un movimiento que si se puede MOVILIZAR; el reto, es de mayor envergadura. Hoy tenemos la oportunidad histórica de actuar inteligentemente, superando vicios como: el egoísmo, la envidia, protagonismo, descalificación, denostación, soberbia, la crítica destructiva, entre otros. Nuestra convocatoria como dirigente, es y siempre será (como el primer día), de unificar y actuar con madurez política, dejando de lado el protagonismo personal o de grupos que mucho daño ha generado al movimiento.

P.D. No fueron pocas las personas que conocen de mi trayectoria académica y de participación política en la entidad que, respaldaban la posibilidad de mi participación en dicho proceso, la cual decidí no participar, por esa misma razón: sin protagonismos, ni ambiciones personales y mucho menos, ¡oportunismo! A todos ellos, mi agradecimiento, por sus muestras de aliento. Al tiempo.