A 3.5 grados centígrados bajo cero, 15 cadáveres esperan pacientemente en el Servicio Médico Forense de Aguascalientes (Semefo) a ser identificados por familiares o conocidos.
La mayor parte de ellos corresponde a indigentes que un día simplemente se cansaron de luchar por una vida sin futuro ni esperanza y murieron en la vía pública, sin que nadie se percatara de ello y ante más de una mirada despectiva que les dedicaron los transeúntes.
Otro grupo es de personas que llegaron a hospitales del sector público y durante su estancia en ese sitio nadie los visitó, no preguntaron por su estado de salud e igualmente nadie se preocupó o les rezó una oración luego de su muerte. También está en el lugar el cuerpo sin vida de un feto de varios meses cuya madre optó por expulsarlo en la habitación de un hotel sin darle oportunidad de nacer.
Sólo dos cadáveres llegaron a este sitio producto de homicidios ligados con el crimen organizado, y tampoco nadie ha acudido a reclamarlos.
La soledad les acompañará a la fosa común, donde luego de aproximadamente un año serán enviados, pues de acuerdo al director general de Investigación Pericial de la Fiscalía General del estado, Jorge Sosa Medina, en el transcurso del último año apenas una familia que busca a alguno de sus seres queridos que desapareció sin dejar rastro, coincidió en su huella genética con estos cuerpos.
En entrevista, el responsable de los servicios periciales de la entidad, refirió que afortunadamente aquí no se tiene el problema de sobrecupo por cuerpos no identificados, pues no se han descubierto fosas ni se permite el rezago en la inhumación.
“La Ley General de Salud no especifica el tiempo en que deben permanecer en este sitio. Hay casos en que nos lo permiten en 48 horas si no existe carpeta de investigación, de lo contrario es el Ministerio Público el que pone un plazo para llevar las investigaciones, que es generalmente de cuatro meses en adelante”, refirió.
Aseguró que se cuenta aquí con un protocolo homologado de personas desaparecidas mediante el cual a los cadáveres no identificados se les realizan pruebas de ADN, huella dactilar, se fotografían cara, cuerpo, perfil, ropa y tatuajes. Todo se manda al banco de datos del Consejo Nacional de Genética dependiente de la PRG y a la Segob.
Explicó, por último que una vez que se determina la inhumación, los cuerpos se sepultan en la fosa común ubicada en el Panteón Asunción, ubicado al poniente de la ciudad y donde se coloca un cadáver en cada fosa y se realiza un sepultograma mediante el cual se registra la ubicación exacta de cada cuerpo a efecto de localizarlos en caso de que sea necesario, aun después de años o décadas.
Dato
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Cadáveres pueden permanecer en la Dirección de Servicios Periciales.
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