El 2 de octubre conmemoramos dos eventos relacionados a la violencia. Por una parte, se recordará este año el 56 aniversario de la matanza en Tlatelolco que marcó un cambio político y social en las generaciones mexicanas. Por otra parte, se celebra el Día Internacional de la No Violencia proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 2007. Esta fecha se eligió en honor al natalicio de Mahatma Gandhi, líder pacifista que abogó por la resistencia no violenta como método para lograr la independencia y la paz en la India.
De esta manera, sucesos como los mencionados nos invitan a reflexionar sobre las múltiples formas de violencia que aún persisten en la sociedad, incluidas las que han emergido con el auge de las tecnologías digitales y el uso masivo de internet. En el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) estamos conscientes de este panorama y trabajamos para combatirlo directamente.
La transparencia ha contribuido en el reclamo por acceder a la verdad sobre las acciones del Estado en contra de estudiantes en 1968. Ejemplo de ello fue el Proyecto Memoria y Verdad, coordinado junto a la organización Artículo 19, que tuvo como propósito difundir los casos de violencia grave a los derechos humanos. Además del suceso en Tlatelolco, se buscó sistematizar la información existente sobre el Halconazo, la Guerra Sucia, Acteal, Campo Algodonero, Guardería ABC, Tlatlaya, entre otros.
En octubre de 2018 se emitió una declaratoria en el INAI para abrir aquellos archivos que estaban reservados por el Archivo General de la Nación sobre el movimiento estudiantil. Esta decisión obedece a privilegiar el máximo interés público y un reclamo histórico por acercarnos a la verdad y a la memoria.
En la era digital han surgido nuevas modalidades de violencia, como el acoso cibernético, la difusión no autorizada de información personal, el phishing y otras prácticas dañinas que vulneran la seguridad y privacidad de las personas. La violencia digital no se manifiesta solo en ataques directos, sino también en la forma en que se manipulan y exponen los datos personales sin consentimiento, lo cual puede generar graves consecuencias emocionales, psicológicas y financieras para las víctimas.
Así pues, la labor del INAI también impacta a la violencia actual, no sólo a la que se registra en los libros de Historia. En este contexto, la protección de datos personales (otro derechos tutelado por el INAI) se vuelve un pilar fundamental en la lucha contra la violencia en línea.
Los organismos garantes juegan un papel crucial en la prevención de estas violaciones. El INAI se encarga de proteger los derechos de las personas en cuanto al tratamiento y seguridad de sus datos, promoviendo una cultura de respeto a la privacidad y ofreciendo herramientas para que las personas puedan defenderse ante abusos.
El Día Internacional de la No Violencia no solo busca eliminar las formas tradicionales de agresión, sino también visibilizar y combatir las nuevas formas de violencia que amenazan la seguridad y la dignidad de las personas en el entorno digital, donde la protección de datos se convierte en un derecho esencial.
Que este día no se olvide, pero tampoco se deje de trabajar en la construcción de un tejido social resiliente ante la violencia que a veces desde el Estado o desde la tecnología afecta a las nuevas generaciones. El INAI sirve, no dejemos de reclamar por su permanencia.