/ martes 26 de julio de 2022

El Ágora | La era de la justicia, el fin del narcogobierno

Rafael Caro Quintero fundador del Cártel de Guadalajara, fue detenido por segunda ocasión el 15 de julio del presente año en el municipio Choix, en el estado de Sinaloa, por elementos de la Marina y aunque el cártel mencionado anteriormente desapareció, el capo aún tenía vigentes dos órdenes de aprehensión y una orden de extradición a Estados Unidos.

La detención de este narcotraficante es un acierto muy importante para el gobierno de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador y es el acto en contra el crimen organizado más importante durante el sexenio, porque así nos demuestra que su gobierno no es como los anteriores donde se sabía que había un pacto con los diferentes cárteles del crimen organizado y que ahora es todo lo contrario, nadie está por encima de la ley.

Nuestro Presidente ha dado señales de que el gobierno de la Cuarta Transformación no tiene acuerdos debajo de la mesa u obscuras negociaciones, sino que se lucha de manera inteligente en contra de la delincuencia organizada, mientras que se trabaja cotidianamente para terminar con las causas que originaron esa inseguridad y violencia que azota a nuestro país, es decir, se trabaja para terminar con la desigualdad, combatir la pobreza y luchar por una justicia distributiva en México.

Desafortunadamente, casos como el de Caro Quintero exhiben escenarios que generan la sospecha de que no hubo voluntad por parte de las autoridades durante los gobiernos anteriores para que se diera cumplimiento al marco legal vigente y se detuviera al delincuente, ya que existen notas periodísticas donde el autor pudo acceder a tener pláticas presenciales con Caro Quintero, por lo que, si los gobiernos anteriores en verdad hubieran tenido la voluntad de ejercer justicia, el ahora detenido estaría tras las rejas desde hace mucho tiempo.

Aunque Rafael ya no es de los capos más importantes en la actualidad, se ganó un lugar especial en la mira de la Administración de Control de Drogas (DEA en inglés) del gobierno estadounidense, debido a que en 1985 torturó y asesinó al agente estadunidense Enrique Camarena miembro de ese organismo gubernamental, a quien conocían como “Kiki” Camarena, por lo que su detención puede leerse también como un acierto importante en la relación con nuestro vecino del Norte.

El narcotraficante actualmente se encuentra resguardado en la prisión federal de “El Altiplano”, esperando la resolución de la extradición que solicitó Estados Unidos, pero el capo ya promovió 3 amparos distintos para frenar su proceso en el país vecino y ha logrado que un juez federal suspenda la extradición.

Es importante que no veamos este tipo de actos como logros importantes en la lucha contra el crimen organizado, lo importante en este caso en concreto es destacar que el gobierno federal está impartiendo justicia de manera acertada, juzgando a quien debe de ser juzgado dejando de lado la impunidad que se vivió durante los gobiernos neoliberales.

No debemos de dejar de lado que lo más importante es la verdadera lucha para transformar el país y que estás problemáticas están siendo atacadas por Andrés Manuel López Obrador desde el primer día de su gobierno, esta lucha es contra las causas que originan el crimen organizado, por lo que se están promoviendo diversos programas en beneficio de los jóvenes para que puedan seguir estudiando o puedan integrarse al mundo laboral con ayuda del gobierno, también un incremento realista al salario mínimo, atacando así la problemática real y de origen de la delincuencia y la violencia del país.

La cuarta transformación está luchando de primera mano por los que menos tienen y esto es esencial para terminar con las causas que dan origen al crimen organizado, si damos un piso parejo para todos, la distribución de la riqueza será más equitativa para todos y la gente no tendrá la necesidad de cometer actos ilícitos para poder vivir.

Rafael Caro Quintero fundador del Cártel de Guadalajara, fue detenido por segunda ocasión el 15 de julio del presente año en el municipio Choix, en el estado de Sinaloa, por elementos de la Marina y aunque el cártel mencionado anteriormente desapareció, el capo aún tenía vigentes dos órdenes de aprehensión y una orden de extradición a Estados Unidos.

La detención de este narcotraficante es un acierto muy importante para el gobierno de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador y es el acto en contra el crimen organizado más importante durante el sexenio, porque así nos demuestra que su gobierno no es como los anteriores donde se sabía que había un pacto con los diferentes cárteles del crimen organizado y que ahora es todo lo contrario, nadie está por encima de la ley.

Nuestro Presidente ha dado señales de que el gobierno de la Cuarta Transformación no tiene acuerdos debajo de la mesa u obscuras negociaciones, sino que se lucha de manera inteligente en contra de la delincuencia organizada, mientras que se trabaja cotidianamente para terminar con las causas que originaron esa inseguridad y violencia que azota a nuestro país, es decir, se trabaja para terminar con la desigualdad, combatir la pobreza y luchar por una justicia distributiva en México.

Desafortunadamente, casos como el de Caro Quintero exhiben escenarios que generan la sospecha de que no hubo voluntad por parte de las autoridades durante los gobiernos anteriores para que se diera cumplimiento al marco legal vigente y se detuviera al delincuente, ya que existen notas periodísticas donde el autor pudo acceder a tener pláticas presenciales con Caro Quintero, por lo que, si los gobiernos anteriores en verdad hubieran tenido la voluntad de ejercer justicia, el ahora detenido estaría tras las rejas desde hace mucho tiempo.

Aunque Rafael ya no es de los capos más importantes en la actualidad, se ganó un lugar especial en la mira de la Administración de Control de Drogas (DEA en inglés) del gobierno estadounidense, debido a que en 1985 torturó y asesinó al agente estadunidense Enrique Camarena miembro de ese organismo gubernamental, a quien conocían como “Kiki” Camarena, por lo que su detención puede leerse también como un acierto importante en la relación con nuestro vecino del Norte.

El narcotraficante actualmente se encuentra resguardado en la prisión federal de “El Altiplano”, esperando la resolución de la extradición que solicitó Estados Unidos, pero el capo ya promovió 3 amparos distintos para frenar su proceso en el país vecino y ha logrado que un juez federal suspenda la extradición.

Es importante que no veamos este tipo de actos como logros importantes en la lucha contra el crimen organizado, lo importante en este caso en concreto es destacar que el gobierno federal está impartiendo justicia de manera acertada, juzgando a quien debe de ser juzgado dejando de lado la impunidad que se vivió durante los gobiernos neoliberales.

No debemos de dejar de lado que lo más importante es la verdadera lucha para transformar el país y que estás problemáticas están siendo atacadas por Andrés Manuel López Obrador desde el primer día de su gobierno, esta lucha es contra las causas que originan el crimen organizado, por lo que se están promoviendo diversos programas en beneficio de los jóvenes para que puedan seguir estudiando o puedan integrarse al mundo laboral con ayuda del gobierno, también un incremento realista al salario mínimo, atacando así la problemática real y de origen de la delincuencia y la violencia del país.

La cuarta transformación está luchando de primera mano por los que menos tienen y esto es esencial para terminar con las causas que dan origen al crimen organizado, si damos un piso parejo para todos, la distribución de la riqueza será más equitativa para todos y la gente no tendrá la necesidad de cometer actos ilícitos para poder vivir.