/ martes 16 de agosto de 2022

El Ágora | Crisis energética mundial 

Desde hace años el discurso ambientalista sobre el uso y generación de la energía en la mayoría de los países desarrollados mencionan que tenemos que migrar de los combustibles fósiles a las energías verdes o limpias, para que podamos reducir las emisiones de dióxido de carbono y así salvar al planeta del calentamiento global que año con año se vuelve más notorio.

El 12 de octubre del 2015 se firmó el Acuerdo de París, el cual consiste en el combate al cambio climático por medio de acciones e inversiones para lograr un futuro sostenible para el mundo con bajas emisiones de carbono, para lograr que durante este siglo el aumento en la temperatura sea por debajo de los 2 grados Celsius.

Es importante que visualicemos que los avances en materia de cero emisiones, sostienen que la mejor opción son las energías verdes, como la solar o eólica, pero es demasiado caro pasar del modelo de energía fósil a este modelo y el tiempo que tomaría migrar el cien por ciento de nuestra producción de energía es casi imposible.

Como vemos en la actualidad, los problemas en cuanto a la energía se están haciendo notar, aunque probablemente en nuestro país no son tan notorios, debido a que somos un Estado productor de energía y a que se han tomado las decisiones correctas que han encaminado a buenas políticas públicas por parte del Gobierno Federal.

La crisis energética está cobrando como primeras víctimas a los países y ciudadanos europeos, en promedio el costo de la energía en la Unión Europea ha incrementado un ochenta por ciento desde que inició la pandemia, pero las verdaderas víctimas son los ciudadanos, porque ellos son los que sufren día a día con la nueva realidad económica y climatológica.

Los problemas en Europa solo son el principio de lo que le espera al resto del mundo y como países tenemos que estar preparados para afrontar la nueva realidad, tenemos que ser conscientes de que el salto a energías verdes no es lo suficientemente rápido y barato para que todos puedan llevarlo a la práctica.

El único plan verdaderamente posible y sostenible para el futuro es que exista una producción híbrida de la energía mundial, pero todo parece apuntar que el verdadero futuro de la energía será la nuclear, debido a que no generan gases contaminantes y las plantas de nueva generación están reutilizando los desechos de las viejas para seguir produciendo energía.

Muchos de los gobiernos alrededor del mundo están comenzando a cambiar el discurso, tal es el caso de Alemania que están comenzando a decir que la mejor solución para el problema energético que enfrentan es la reactivación de sus plantas de energía nuclear.

Lo que necesitamos es una campaña de impulso para este tipo de energía, porque existen muchos mitos sobre las plantas de energía nuclear y a continuación desmentiré algunos de ellos, por ejemplo, que es muy peligrosa, al respecto expreso que si vemos la cantidad de muertes que se generan al año por producción de energía fósil e incluso la energía verde podemos darnos cuenta que es la que menos defunciones causa.

Otro de los mitos es que contaminan mucho, si buscamos algún ejemplo de plantas de energía nuclear nos daremos cuenta que siempre las ponen con grandes chimeneas que sacan mucho humo y esto es verdad, lo que no sabemos es que el “humo” en realidad es vapor de agua que se usa para enfriar los reactores, cabe destacar que en las plantas de nueva generación se utilizan aguas negras para este proceso y en ningún momento se contamina con radiactividad.

El Gobierno de la República encabezado por nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador ha tomado las decisiones correctas de no volvernos dependientes de otros países en el campo energético. Podemos ver la realidad que viven hoy en día los países europeos al depender totalmente del gas que proviene de Rusia, ellos ahora están entre la espada y la pared al no saber si el día de mañana contarán con la energía suficiente para que sus ciudadanos puedan seguir viviendo con la usual calidad de vida.

Tenemos que dar el siguiente paso como nación y enfocarnos en producir energía de forma autosuficiente e invertir en nuevas tecnologías que nos permitan ir migrando a energías cero emisión de contaminantes para que podamos tener un futuro más verde y con menos contaminación.

Desde hace años el discurso ambientalista sobre el uso y generación de la energía en la mayoría de los países desarrollados mencionan que tenemos que migrar de los combustibles fósiles a las energías verdes o limpias, para que podamos reducir las emisiones de dióxido de carbono y así salvar al planeta del calentamiento global que año con año se vuelve más notorio.

El 12 de octubre del 2015 se firmó el Acuerdo de París, el cual consiste en el combate al cambio climático por medio de acciones e inversiones para lograr un futuro sostenible para el mundo con bajas emisiones de carbono, para lograr que durante este siglo el aumento en la temperatura sea por debajo de los 2 grados Celsius.

Es importante que visualicemos que los avances en materia de cero emisiones, sostienen que la mejor opción son las energías verdes, como la solar o eólica, pero es demasiado caro pasar del modelo de energía fósil a este modelo y el tiempo que tomaría migrar el cien por ciento de nuestra producción de energía es casi imposible.

Como vemos en la actualidad, los problemas en cuanto a la energía se están haciendo notar, aunque probablemente en nuestro país no son tan notorios, debido a que somos un Estado productor de energía y a que se han tomado las decisiones correctas que han encaminado a buenas políticas públicas por parte del Gobierno Federal.

La crisis energética está cobrando como primeras víctimas a los países y ciudadanos europeos, en promedio el costo de la energía en la Unión Europea ha incrementado un ochenta por ciento desde que inició la pandemia, pero las verdaderas víctimas son los ciudadanos, porque ellos son los que sufren día a día con la nueva realidad económica y climatológica.

Los problemas en Europa solo son el principio de lo que le espera al resto del mundo y como países tenemos que estar preparados para afrontar la nueva realidad, tenemos que ser conscientes de que el salto a energías verdes no es lo suficientemente rápido y barato para que todos puedan llevarlo a la práctica.

El único plan verdaderamente posible y sostenible para el futuro es que exista una producción híbrida de la energía mundial, pero todo parece apuntar que el verdadero futuro de la energía será la nuclear, debido a que no generan gases contaminantes y las plantas de nueva generación están reutilizando los desechos de las viejas para seguir produciendo energía.

Muchos de los gobiernos alrededor del mundo están comenzando a cambiar el discurso, tal es el caso de Alemania que están comenzando a decir que la mejor solución para el problema energético que enfrentan es la reactivación de sus plantas de energía nuclear.

Lo que necesitamos es una campaña de impulso para este tipo de energía, porque existen muchos mitos sobre las plantas de energía nuclear y a continuación desmentiré algunos de ellos, por ejemplo, que es muy peligrosa, al respecto expreso que si vemos la cantidad de muertes que se generan al año por producción de energía fósil e incluso la energía verde podemos darnos cuenta que es la que menos defunciones causa.

Otro de los mitos es que contaminan mucho, si buscamos algún ejemplo de plantas de energía nuclear nos daremos cuenta que siempre las ponen con grandes chimeneas que sacan mucho humo y esto es verdad, lo que no sabemos es que el “humo” en realidad es vapor de agua que se usa para enfriar los reactores, cabe destacar que en las plantas de nueva generación se utilizan aguas negras para este proceso y en ningún momento se contamina con radiactividad.

El Gobierno de la República encabezado por nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador ha tomado las decisiones correctas de no volvernos dependientes de otros países en el campo energético. Podemos ver la realidad que viven hoy en día los países europeos al depender totalmente del gas que proviene de Rusia, ellos ahora están entre la espada y la pared al no saber si el día de mañana contarán con la energía suficiente para que sus ciudadanos puedan seguir viviendo con la usual calidad de vida.

Tenemos que dar el siguiente paso como nación y enfocarnos en producir energía de forma autosuficiente e invertir en nuevas tecnologías que nos permitan ir migrando a energías cero emisión de contaminantes para que podamos tener un futuro más verde y con menos contaminación.