/ martes 5 de julio de 2022

Charlas para reflexionar

¿Esto es democratizar o es algo que solo intenta parecer a un ejercicio de democracia?, ¿cuál es la intensión del partido, haber lanzado una convocatoria que deja mucho que decir, sobre todo porque se pueden advertir, lagunas, imprecisiones, reglas no muy claras, indefiniciones, ambigüedades?

Fueron algunas de las interrogantes de mi interlocutor en una charla de café en torno al proceso de renovación de los órganos de conducción y de ejecución del partido que en próximas fechas se estará llevando a cabo en todos los distritos federales electorales del país, en la que se invita abiertamente a participar “A todas las personas mexicanas de MORENA, a las diferentes etapas del proceso”; en dicho llamado se enfatiza que se trata de un proceso democrático, transparente e incluyente, “donde no se deja a fuera a nadie”.

Roba atención la sintaxis con la que se da cuerpo a un documento (convocatoria) que, invita a la pluralidad para la organización partidista, sin embargo, para muchos significará lo contrario - continuó diciendo el expresivo conversador-… “eso de reconocernos y respetarnos para cerrar filas, deja mucho que decir o me vas a negar si es que has seguido -como yo- los discursos de los gurús de la unidad y organización, tanto nacional como local. No me puedes dejar mentir que la retórica de algunos grupos, a luces advierte una inocultable preferencia de ciertos personajes previstos en la sucesión presidencial para el 2024 (la cargada)”. Fue su comentario.

En nuestra amplia conversación de forma deliberada, preferimos desviar tema a la 4T.

La transformación, es un proyecto alternativo de nación que, más allá de una narrativa parcial e impulsada de manera sectaria, debiera tratarse de un mensaje de inclusión y plural, para todos los sectores y actores políticos económicos, sociales, incluida la participación de la sociedad civil.

Concordamos en que el planteamiento coyuntural, es propiciar la “Reconciliación Nacional”. Hasta allí, nuestro dialogo.

Por cierto, en la reunión plenaria del día de ayer en CDMX, con dirigencias de los treinta y dos estados y, la nacional, el caricaturista y analista político Rafael Barajas, mejor conocido como el FISGON, nos compartió su análisis crítico, atinado y suficientemente objetivo, en el que admite un México en “proceso de transformación amenazado por actores nacionales”, incluso advirtiendo un andamiaje demasiado complejo a partir de los órganos del estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; del primero aun con un titular fuerte, se advierte un elefante reumático que ha complicado la transición de transformación; mismo caso, en el legislativo que no ha logrado algunas reformas constitucionales, como la eléctrica, en próximas fechas, en riesgo la política electoral, debido a la falta de una mayoría calificada de morena y; que decir del Judicial, que se encuentra en manos del antiguo régimen -señaló-, “no tenemos todo el poder”. Sin embargo, si hay un poder fáctico como obstáculo para la transformación, a diferencia del pasado -las tres transformaciones-, que fue el poder eclesiástico, hoy, el poder económico representa el poder fáctico más interesado en evitar la transformación e instrumenta su táctica detractora a través de los medios de comunicación (periodistas y locutores), que sistemática y excesivamente han criticado y difamado al gobierno de la transformación.

En ese orden de ideas expuestas, invitó alejarse de las formas que han hecho daño a las izquierdas, el sectarismo, e invito a que entendamos lo que significa la cuarta transformación. Debe quedar claro que el partido son masas, es el pueblo, el movimiento que representamos, es un frente amplio, en el que nos encontramos la gran mayoría de la población agraviada por el modelo económico neoliberal.

La clave es “UNIDAD”. No más exclusión, ni discriminación a actores del movimiento.

La 4t se trata de la herencia de la lucha de las otras tres transformaciones en nuestro país -independencia, leyes de reforma y la revolución-. Por ello debemos continuar luchando por la soberanía y no dejar de lado los postulados que dieron origen a la primera transformación de ¡libertad, igualdad y fraternidad!

Es innegable que, hoy nuestro país, vive momentos de sinsabores y lamentables experiencias de administraciones pasadas del conservadurismo; por ello, las facciones, grupos o camarillas sectarias, no son solución para un frente amplio.

El proceso de renovación intentado es, llamar a las y los mexicanos a sumarse a MORENA y llevar a la práctica de que es un partido abierto y plural, que le pertenece al pueblo de México.

Para el FISGON la opción es, “entender que debemos hacer alianzas, la jugada resultará brillante, tiene sus riesgos… por supuesto”.

Pero… ¡Una pisca de humildad, mezclado con espíritu de unidad, es solución!

¿Esto es democratizar o es algo que solo intenta parecer a un ejercicio de democracia?, ¿cuál es la intensión del partido, haber lanzado una convocatoria que deja mucho que decir, sobre todo porque se pueden advertir, lagunas, imprecisiones, reglas no muy claras, indefiniciones, ambigüedades?

Fueron algunas de las interrogantes de mi interlocutor en una charla de café en torno al proceso de renovación de los órganos de conducción y de ejecución del partido que en próximas fechas se estará llevando a cabo en todos los distritos federales electorales del país, en la que se invita abiertamente a participar “A todas las personas mexicanas de MORENA, a las diferentes etapas del proceso”; en dicho llamado se enfatiza que se trata de un proceso democrático, transparente e incluyente, “donde no se deja a fuera a nadie”.

Roba atención la sintaxis con la que se da cuerpo a un documento (convocatoria) que, invita a la pluralidad para la organización partidista, sin embargo, para muchos significará lo contrario - continuó diciendo el expresivo conversador-… “eso de reconocernos y respetarnos para cerrar filas, deja mucho que decir o me vas a negar si es que has seguido -como yo- los discursos de los gurús de la unidad y organización, tanto nacional como local. No me puedes dejar mentir que la retórica de algunos grupos, a luces advierte una inocultable preferencia de ciertos personajes previstos en la sucesión presidencial para el 2024 (la cargada)”. Fue su comentario.

En nuestra amplia conversación de forma deliberada, preferimos desviar tema a la 4T.

La transformación, es un proyecto alternativo de nación que, más allá de una narrativa parcial e impulsada de manera sectaria, debiera tratarse de un mensaje de inclusión y plural, para todos los sectores y actores políticos económicos, sociales, incluida la participación de la sociedad civil.

Concordamos en que el planteamiento coyuntural, es propiciar la “Reconciliación Nacional”. Hasta allí, nuestro dialogo.

Por cierto, en la reunión plenaria del día de ayer en CDMX, con dirigencias de los treinta y dos estados y, la nacional, el caricaturista y analista político Rafael Barajas, mejor conocido como el FISGON, nos compartió su análisis crítico, atinado y suficientemente objetivo, en el que admite un México en “proceso de transformación amenazado por actores nacionales”, incluso advirtiendo un andamiaje demasiado complejo a partir de los órganos del estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; del primero aun con un titular fuerte, se advierte un elefante reumático que ha complicado la transición de transformación; mismo caso, en el legislativo que no ha logrado algunas reformas constitucionales, como la eléctrica, en próximas fechas, en riesgo la política electoral, debido a la falta de una mayoría calificada de morena y; que decir del Judicial, que se encuentra en manos del antiguo régimen -señaló-, “no tenemos todo el poder”. Sin embargo, si hay un poder fáctico como obstáculo para la transformación, a diferencia del pasado -las tres transformaciones-, que fue el poder eclesiástico, hoy, el poder económico representa el poder fáctico más interesado en evitar la transformación e instrumenta su táctica detractora a través de los medios de comunicación (periodistas y locutores), que sistemática y excesivamente han criticado y difamado al gobierno de la transformación.

En ese orden de ideas expuestas, invitó alejarse de las formas que han hecho daño a las izquierdas, el sectarismo, e invito a que entendamos lo que significa la cuarta transformación. Debe quedar claro que el partido son masas, es el pueblo, el movimiento que representamos, es un frente amplio, en el que nos encontramos la gran mayoría de la población agraviada por el modelo económico neoliberal.

La clave es “UNIDAD”. No más exclusión, ni discriminación a actores del movimiento.

La 4t se trata de la herencia de la lucha de las otras tres transformaciones en nuestro país -independencia, leyes de reforma y la revolución-. Por ello debemos continuar luchando por la soberanía y no dejar de lado los postulados que dieron origen a la primera transformación de ¡libertad, igualdad y fraternidad!

Es innegable que, hoy nuestro país, vive momentos de sinsabores y lamentables experiencias de administraciones pasadas del conservadurismo; por ello, las facciones, grupos o camarillas sectarias, no son solución para un frente amplio.

El proceso de renovación intentado es, llamar a las y los mexicanos a sumarse a MORENA y llevar a la práctica de que es un partido abierto y plural, que le pertenece al pueblo de México.

Para el FISGON la opción es, “entender que debemos hacer alianzas, la jugada resultará brillante, tiene sus riesgos… por supuesto”.

Pero… ¡Una pisca de humildad, mezclado con espíritu de unidad, es solución!