/ viernes 31 de diciembre de 2021

Café Fausto | Superhéroes, sus tragedias y multiversos

De niño no leía cómics de superhéroes, de hecho, mis personajes favoritos de las revistas que leía de niño eran Mortadelo y Filemón creados por el español Francisco Ibáñez, algo muy lejano a Batman, Superman o a Spiderman. Precisamente junto con La Pantera Rosa, el Sorprendente Hombre Araña eran unas de las caricaturas que me parecían más surrealistas porque nunca pudimos saber de dónde se sostenían sus telarañas cuando parecía volar por la ciudad el hombre arácnido.

Ya siendo joven, por cultura general entré al mundo de los cómics, especialmente los de DC cuando salió a la venta en español, creo que el año de 1992 el volumen y luego la serie completa de “La muerte de Superman”, de ahí salieron otros como “La caída del murciélago” o "Knightfall” que es cuando a Batman le rompen la espalda en 1994 y luego otros como el momento en que Aquaman queda manco, demasiadas tragedias en un proceso de humanización de los superhéroes estadounidenses. Confieso que eso me atrapó.

Añado que gracias a que se tradujeron varios cómics y novelas gráficas de la empresa Dark Horse es que pude sobrevivir a seguir leyendo ese tipo de materiales pues DC comenzó a caminar en círculos, al menos eso percibí como lector.

En ese periodo de mayor lectura de cómics llegaron a mis manos el crossover o unión de superhéroes de las empresas DC y Marvel con “Superman vs. El sorprendente Spiderman” realizado originalmente en 1975, pero que el Grupo Editorial Vid lo tradujo e imprimió hasta 1991, ya no recuerdo cuándo lo compré.

Esa fue mi oportunidad de ver de nuevo a Spiderman en una historia muy bien realizada entendiendo que eran personajes manejados de acuerdo a la época en que fueron dibujados, digamos que un poco más inocentes.

Un segundo crossover lo leí al llegar a mis manos “Spiderman y Batman”, creo que fue en 1994 con imágenes más ágiles, personajes más violentos, pero que no generaba la emoción de aquél primer Spiderman contra Superman.

Un tercer y último cómic que recuerdo del Hombre Araña que me confirma como un “no experto” en este personaje es “El Hombre Araña. Spiderman. 11 de septiembre”, editado precisamente en el 2001 en el que Spiderman busca salvar a víctimas del atentado de las torres gemelas de Nueva York.

Las ilustraciones, el manejo de la historia e incluso la selección de los colores para la atmósfera me parecieron muy acertados, a pesar de lo complejo que representaba abordar ese tema.

Desde entonces Spiderman no entró en mi radar hasta que Marvel inició la producción de sus más recientes películas con los diferentes protagonistas interpretando a Peter Parker.

Así llegamos a la cinta “Spider-Man: No Way Home”, recientemente estrenada y dirigida por Jon Watts teniendo un reparto de locura, más allá de los tres “Hombre Araña” que son para consumo de seguidores de Spiderman, me quedo con las electrizantes actuaciones de Willem Dafoe y Alfred Molina que regresaron como supervillanos.

Añado que el guión realizado por Chris McKenna y Erik Sommers me pareció una propuesta inteligente y creativa en la que se agradece la aparición del Doctor Strange acertadamente interpretado por Benedict Cumberbatch. El manejo de tiempos, espacios y universos contribuye ayuda a comprender las varias versione fílmicas de Spiderman por Marvel.

A modo de nota aparte es mi pesar de que las nuevas versiones en cómic del Doctor Strange no son muy buenas y le hacen perder la magia de cómo lo crearon en 1963 o su evolución en la década de los setenta. De todos los Strange, me quedo con la película recientemente producida en espera de una digna secuela con el mismo protagonista.

Volviendo a Spiderman, dejo constancia que la cinta “Spider-Man: Into the Spider-Verse” o “Spider-Man: Un nuevo universo” realizada en dibujos animados por computadora en 2018 es bastante digna a mi consideración y se convierte en una luz de esperanza en la manera de ver a los personajes de superhéroes estadounidenses con la llegada de Milles Morales, un Spiderman latino que rompe esquemas, un poco recordando cuando surgieron Pantera Negra o Luke Cage, ambos afrodescendientes.

En este cierre de año o principios de el que viene pienso que ver la cinta “Spider-Man: No Way Home” nos da la oportunidad no solamente de dar una nueva lectura a est6e personaje, sino además de visualizar lo que será la tendencia de las nuevas producciones de Marvel en manos de Disney en que tal vez veremos personajes más humamos, complejos y sin finales felices.

Tal vez estamos frente a lo que al inicio de esta columna comenté con DC Comics, es decir cuando sus superhéroes fueron llevados a la tragedia y al fracaso lo que provocó que muchos lectores se acercaran al género, como sucedió conmigo.

Ver la cinta “Spider-Man: No Way Home” nos puede adentrar en el dialogo de los nuevos universos de estos personajes y cómo los van a adecuar a nuestra nueva y compleja realidad. Mientras eso sucede, les deseo feliz año 2022.


De niño no leía cómics de superhéroes, de hecho, mis personajes favoritos de las revistas que leía de niño eran Mortadelo y Filemón creados por el español Francisco Ibáñez, algo muy lejano a Batman, Superman o a Spiderman. Precisamente junto con La Pantera Rosa, el Sorprendente Hombre Araña eran unas de las caricaturas que me parecían más surrealistas porque nunca pudimos saber de dónde se sostenían sus telarañas cuando parecía volar por la ciudad el hombre arácnido.

Ya siendo joven, por cultura general entré al mundo de los cómics, especialmente los de DC cuando salió a la venta en español, creo que el año de 1992 el volumen y luego la serie completa de “La muerte de Superman”, de ahí salieron otros como “La caída del murciélago” o "Knightfall” que es cuando a Batman le rompen la espalda en 1994 y luego otros como el momento en que Aquaman queda manco, demasiadas tragedias en un proceso de humanización de los superhéroes estadounidenses. Confieso que eso me atrapó.

Añado que gracias a que se tradujeron varios cómics y novelas gráficas de la empresa Dark Horse es que pude sobrevivir a seguir leyendo ese tipo de materiales pues DC comenzó a caminar en círculos, al menos eso percibí como lector.

En ese periodo de mayor lectura de cómics llegaron a mis manos el crossover o unión de superhéroes de las empresas DC y Marvel con “Superman vs. El sorprendente Spiderman” realizado originalmente en 1975, pero que el Grupo Editorial Vid lo tradujo e imprimió hasta 1991, ya no recuerdo cuándo lo compré.

Esa fue mi oportunidad de ver de nuevo a Spiderman en una historia muy bien realizada entendiendo que eran personajes manejados de acuerdo a la época en que fueron dibujados, digamos que un poco más inocentes.

Un segundo crossover lo leí al llegar a mis manos “Spiderman y Batman”, creo que fue en 1994 con imágenes más ágiles, personajes más violentos, pero que no generaba la emoción de aquél primer Spiderman contra Superman.

Un tercer y último cómic que recuerdo del Hombre Araña que me confirma como un “no experto” en este personaje es “El Hombre Araña. Spiderman. 11 de septiembre”, editado precisamente en el 2001 en el que Spiderman busca salvar a víctimas del atentado de las torres gemelas de Nueva York.

Las ilustraciones, el manejo de la historia e incluso la selección de los colores para la atmósfera me parecieron muy acertados, a pesar de lo complejo que representaba abordar ese tema.

Desde entonces Spiderman no entró en mi radar hasta que Marvel inició la producción de sus más recientes películas con los diferentes protagonistas interpretando a Peter Parker.

Así llegamos a la cinta “Spider-Man: No Way Home”, recientemente estrenada y dirigida por Jon Watts teniendo un reparto de locura, más allá de los tres “Hombre Araña” que son para consumo de seguidores de Spiderman, me quedo con las electrizantes actuaciones de Willem Dafoe y Alfred Molina que regresaron como supervillanos.

Añado que el guión realizado por Chris McKenna y Erik Sommers me pareció una propuesta inteligente y creativa en la que se agradece la aparición del Doctor Strange acertadamente interpretado por Benedict Cumberbatch. El manejo de tiempos, espacios y universos contribuye ayuda a comprender las varias versione fílmicas de Spiderman por Marvel.

A modo de nota aparte es mi pesar de que las nuevas versiones en cómic del Doctor Strange no son muy buenas y le hacen perder la magia de cómo lo crearon en 1963 o su evolución en la década de los setenta. De todos los Strange, me quedo con la película recientemente producida en espera de una digna secuela con el mismo protagonista.

Volviendo a Spiderman, dejo constancia que la cinta “Spider-Man: Into the Spider-Verse” o “Spider-Man: Un nuevo universo” realizada en dibujos animados por computadora en 2018 es bastante digna a mi consideración y se convierte en una luz de esperanza en la manera de ver a los personajes de superhéroes estadounidenses con la llegada de Milles Morales, un Spiderman latino que rompe esquemas, un poco recordando cuando surgieron Pantera Negra o Luke Cage, ambos afrodescendientes.

En este cierre de año o principios de el que viene pienso que ver la cinta “Spider-Man: No Way Home” nos da la oportunidad no solamente de dar una nueva lectura a est6e personaje, sino además de visualizar lo que será la tendencia de las nuevas producciones de Marvel en manos de Disney en que tal vez veremos personajes más humamos, complejos y sin finales felices.

Tal vez estamos frente a lo que al inicio de esta columna comenté con DC Comics, es decir cuando sus superhéroes fueron llevados a la tragedia y al fracaso lo que provocó que muchos lectores se acercaran al género, como sucedió conmigo.

Ver la cinta “Spider-Man: No Way Home” nos puede adentrar en el dialogo de los nuevos universos de estos personajes y cómo los van a adecuar a nuestra nueva y compleja realidad. Mientras eso sucede, les deseo feliz año 2022.