/ viernes 1 de octubre de 2021

Café Fausto | El esfuerzo para no olvidar al 2 de octubre

Mañana se cumplirán 53 años de la masacre estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Parece engañosamente lejano ese día en que fueron asesinadas unas 400 personas, en cifras extraoficiales, por balas del Escuadrón Olimpia, militares y granaderos en plano régimen priísta, algo que desafortunadamente no ha quedado debidamente aclarado respecto a los responsables.

El esfuerzo, el sacrificio de esos jóvenes estudiantes, del pueblo organizado abrió camino para la alternancia en el poder hasta hacer realidad este gran reto que vivimos con el cambio verdadero.

Pienso en los muchos primeros esfuerzos de personas con gran valor cívico para que ese crimen no quedara en el olvido y a partir de esto me atrevo a recordar algunos de esos primeros libros, discos y películas que lograron sobrevivir a la censura.

Menciono este casi medio millar de muertos al recordar la canción “México 68” del cantautor chileno Ángel Parra en el que canta a modo de corrido “Para que nunca se olviden / las gloriosas olimpiadas / mandó a matar el gobierno / cuatrocientos camaradas. / Ay, Plaza de Tlatelolco, / cómo me duelen tus balas, / cuatrocientas esperanzas / a traición arrebatadas”. La cifra exacta, reitero no se sabe en realidad, por eso referencío a un verso.

Más allá de libros clásicos como “La noche de Tlatelolco” de Elena Poniatowska publicada en su primera edición en 1971, los esfuerzos fueron muchos para que ese crimen no quedará en el olvido.

Entre los poetas que escribieron sobre el tema recuerdo ahora a autores como Octavio Paz, Rubén Bonifaz Nuño, Jesús Arellano, Jaime Sabines, Eduardo Lizalde, Thelma Nava, Juan Bañuelos, Gabriel Zaid, Isabel Fraire, José Carlos Becerra, José Emilio Pacheco y Carlos Montemayor, entre otros. Escritores como José Revueltas son por supuesto un referente también.

Tengo, por ejemplo, frente a mí el acetato “De Tlatelolco a Tlatelolco. México 1968” realizado por el grupo Mascarones que no presenta año de producción y que su distribución era casi de mano en mano. En esa grabación, Mascarones incluyen un fragmento de un poema de Pablo Neruda sobre esos acontecimientos, además de una serie de verbalizaciones de testimonios, carteles, consignas y canciones que entonaban los jóvenes en las movilizaciones. También puede escucharse la canción “Un lugar” de Javier Sánchez interpretado por el grupo Los Nakos y el tema “2 de octubre” de Víctor Sanem.

En la misma producción se leen textos sobre la matanza del Templo Mayor en 1521 y un texto indígena sobre esos acontecimientos de hace 500 años. La grabación es pionera de la espléndida y muy acertada producción realizada por Óscar Chávez en dos volúmenes en CD en 1995 con la participación de varios artistas invitados como Ofelia Medina y Eugenia León con rescate de canciones como de la legendaria y muy comprometida cantautora Judith Reyes.

En contraste en esos primeros años surgieron documentos como el libro “¡El Móndrigo! Bitácora del Consejo Nacional de Huelga” editado en 1969 de presunto autor desconocido que era en realidad una herramienta de propaganda del régimen autoritario tricolor para desacreditar al movimiento estudiantil y justificar la represión. Actualmente ese libro se puede encontrar a la venta a través de Internet en precios que van desde unos 300 pesos hasta dos mil 500 pesos el ejemplar, una curiosidad para coleccionistas.

Sin duda, en cine el referente principal es el documental “El Grito” de Leobardo López Arretche, realizado en 1968 con filmaciones de alumnos del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM durante el Movimiento Estudiantil y que es sin duda un documento imperdible. En su momento era de muy difícil distribución y acceso por la censura, y ahora es posible verlo en Youtube en su versión restaurada.

De más reciente producción llega a mi memoria la película “Rojo amanecer” realizada en 1989 por Jorge Fons y que su filmación fue un reto al hacerlo en pleno sexenio de Carlos Salinas de Gortari. De esos mismos años en 1988 se publicó el libro “La gráfica del 68. Homenaje al movimiento estudiantil” con una recopilación de imágenes y textos del Grupo Mira y una edición a cargo de Zurda, Claves latinoamericanas y El Juglar en el que reúnen carteles, pegas y volantes acompañado de algunos textos de autores representativos que abordaron ese acontecimiento.

Libros, películas, producciones discográficas hay muchas, pero cada una fue un esfuerzo para que el silencio y el olvido no ganaran terreno, a los creadores de todos estos documentos, a la terca memoria de nuestro pueblo que resistió es que ahora podemos recordarlo. A esas personas, héroes sin rostro la mayoría, dejo estas palabras como homenaje.

Mañana se cumplirán 53 años de la masacre estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Parece engañosamente lejano ese día en que fueron asesinadas unas 400 personas, en cifras extraoficiales, por balas del Escuadrón Olimpia, militares y granaderos en plano régimen priísta, algo que desafortunadamente no ha quedado debidamente aclarado respecto a los responsables.

El esfuerzo, el sacrificio de esos jóvenes estudiantes, del pueblo organizado abrió camino para la alternancia en el poder hasta hacer realidad este gran reto que vivimos con el cambio verdadero.

Pienso en los muchos primeros esfuerzos de personas con gran valor cívico para que ese crimen no quedara en el olvido y a partir de esto me atrevo a recordar algunos de esos primeros libros, discos y películas que lograron sobrevivir a la censura.

Menciono este casi medio millar de muertos al recordar la canción “México 68” del cantautor chileno Ángel Parra en el que canta a modo de corrido “Para que nunca se olviden / las gloriosas olimpiadas / mandó a matar el gobierno / cuatrocientos camaradas. / Ay, Plaza de Tlatelolco, / cómo me duelen tus balas, / cuatrocientas esperanzas / a traición arrebatadas”. La cifra exacta, reitero no se sabe en realidad, por eso referencío a un verso.

Más allá de libros clásicos como “La noche de Tlatelolco” de Elena Poniatowska publicada en su primera edición en 1971, los esfuerzos fueron muchos para que ese crimen no quedará en el olvido.

Entre los poetas que escribieron sobre el tema recuerdo ahora a autores como Octavio Paz, Rubén Bonifaz Nuño, Jesús Arellano, Jaime Sabines, Eduardo Lizalde, Thelma Nava, Juan Bañuelos, Gabriel Zaid, Isabel Fraire, José Carlos Becerra, José Emilio Pacheco y Carlos Montemayor, entre otros. Escritores como José Revueltas son por supuesto un referente también.

Tengo, por ejemplo, frente a mí el acetato “De Tlatelolco a Tlatelolco. México 1968” realizado por el grupo Mascarones que no presenta año de producción y que su distribución era casi de mano en mano. En esa grabación, Mascarones incluyen un fragmento de un poema de Pablo Neruda sobre esos acontecimientos, además de una serie de verbalizaciones de testimonios, carteles, consignas y canciones que entonaban los jóvenes en las movilizaciones. También puede escucharse la canción “Un lugar” de Javier Sánchez interpretado por el grupo Los Nakos y el tema “2 de octubre” de Víctor Sanem.

En la misma producción se leen textos sobre la matanza del Templo Mayor en 1521 y un texto indígena sobre esos acontecimientos de hace 500 años. La grabación es pionera de la espléndida y muy acertada producción realizada por Óscar Chávez en dos volúmenes en CD en 1995 con la participación de varios artistas invitados como Ofelia Medina y Eugenia León con rescate de canciones como de la legendaria y muy comprometida cantautora Judith Reyes.

En contraste en esos primeros años surgieron documentos como el libro “¡El Móndrigo! Bitácora del Consejo Nacional de Huelga” editado en 1969 de presunto autor desconocido que era en realidad una herramienta de propaganda del régimen autoritario tricolor para desacreditar al movimiento estudiantil y justificar la represión. Actualmente ese libro se puede encontrar a la venta a través de Internet en precios que van desde unos 300 pesos hasta dos mil 500 pesos el ejemplar, una curiosidad para coleccionistas.

Sin duda, en cine el referente principal es el documental “El Grito” de Leobardo López Arretche, realizado en 1968 con filmaciones de alumnos del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM durante el Movimiento Estudiantil y que es sin duda un documento imperdible. En su momento era de muy difícil distribución y acceso por la censura, y ahora es posible verlo en Youtube en su versión restaurada.

De más reciente producción llega a mi memoria la película “Rojo amanecer” realizada en 1989 por Jorge Fons y que su filmación fue un reto al hacerlo en pleno sexenio de Carlos Salinas de Gortari. De esos mismos años en 1988 se publicó el libro “La gráfica del 68. Homenaje al movimiento estudiantil” con una recopilación de imágenes y textos del Grupo Mira y una edición a cargo de Zurda, Claves latinoamericanas y El Juglar en el que reúnen carteles, pegas y volantes acompañado de algunos textos de autores representativos que abordaron ese acontecimiento.

Libros, películas, producciones discográficas hay muchas, pero cada una fue un esfuerzo para que el silencio y el olvido no ganaran terreno, a los creadores de todos estos documentos, a la terca memoria de nuestro pueblo que resistió es que ahora podemos recordarlo. A esas personas, héroes sin rostro la mayoría, dejo estas palabras como homenaje.