Transitar a través de nuestra mirada la obra plástica de Francisco Ledesma, artista aguascalentense quien también ha incursionado con excelentes resultados en la literatura y en la música, es entrar en un viaje, una exploración visual a través de texturas y colores logrados gracias a años de talento, oficio y experiencia provocando en gran medida la reflexión y la experimentación de las más diversas emociones para los que tenemos el privilegio de observarlas.
Son piezas para disfrutarlas con calma y placer por un largo tiempo, una a una, para descubrir cómo Francisco Ledesma nos ofrece una propuesta propia con una técnica que creó y mejoró a lo largo de los años y en la que cada pieza es un universo propio e interior.
Por eso al enterarme que mi amigo Francisco Ledesma expondrá una selección de veinticinco piezas bajo el título “Memoria del color. Retrospectiva” en la sala de la Galería de la Ciudad de la Casa de la Cultura del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) en esta ciudad, me provocó una gran emoción, lo busqué y me reuní con Francisco para recorrer la muestra y conversar sobre ella.
Siempre generoso y amable, Francisco Ledesma es mi amigo desde hace unas tres décadas. Renuente a las semblanzas y a los currículos, es un artista que ha explorado diversas disciplinas, estudiado profesionalmente varios campos académicos del conocimiento, por lo que me lleva a reconocerlo, está es una apreciación muy personal, en un apasionado artista en la búsqueda constante del conocimiento y la experimentación creativa logrando así un camino propio, una propuesta propia resultado de su madurez y solidez como creador.
Gracias a esta constancia, disciplina y disfrute en su trabajo creativo Francisco Ledesma ha realizado exposiciones individuales y participado en colectivas en nuestro país y parte de su obra se muestra y está a la venta en galerías ubicadas en Francia e Inglaterra.
El texto de sala corrió por cuenta del escritor Jorge Terrones quien nos permite introducirnos en la obra de Ledesma. Señala que “el tiempo es el personaje principal en toda retrospectiva, no sólo por el sentido cronológico, sino porque las distintas épocas por las que atraviesa un artista”.
Me atrevo a añadir que en esta retrospectiva, el color, las texturas, el manejo de la profundidad, la exploración y consolidación de las técnicas experimentadas en su desarrollo artístico son parte de su constante y eje para comprender ese cuarto de siglo de obra que nos comparte en esta muestra.
Francisco Ledesma me comentó que esta exposición la componen veinticinco obras de un periodo de veinticinco años de trabajo que están divididos a su vez en cinco diferentes proyectos con cinco piezas cada una que permiten tener un retrato panorámico del desarrollo artístico y creativo de Francisco Ledesma quien se ha caracterizado por construir su propio lenguaje visual y técnica para la realización de su obra.
“Dispersión uno”, “Dispersión dos”, “Topologías de la textura”, “Escenas de la vida cotidiana” y “Recapitulación del silencio” son las cinco secciones que componen esta exposición temporal.
La primera sección “Dispersión 1” son cinco piezas en las que desarrolla una técnica que ha sido su constante a lo largo de su carrera hasta la actualidad, buscando nuevas posibilidades en la técnica denominada dispersión que creó al lograr una fórmula química de óleo mezclado con solventes con procedimiento especial de aplicación en cuatro rigurosas etapas para lograr el resultado visual.
En “Dispersión 2” continúa con el uso de esa técnica manejada ahora sobre tela en piezas de gran formato, a diferencia de “Dispersión 1” que es sobre papel sulfatado. En ellas se puede apreciar mejor la sensación de profundidad, uso del color y de las sombras, que pudiera decirse tiene una sensación de tridimensionalidad en estas obras.
En “Escenas de la vida cotidiana” el artista trabaja una técnica similar, pero logrando el bajo relieve con algunas piezas en las que insinúa cierta sensación figurativa sin perder su sentido abstracto, esto a través de capas de tela preparadas en bajo relieve logrando sensación de volumen y de movimiento.
Con “Topologías de la textura” desarrolla la misma técnica de tela preparada, pero con mayor volumen y plisada lo que da una textura rugosa, como cuero o madera permitiendo a Ledesma reflejar acertadamente su propuesta visual
Por último en “Recapitulación del silencio” es una etapa en la que desarrolló su obra con base al concepto del silencio, tratando de reflejar al silencio en cada pieza con una intención minimalista logrando esa emoción en el espectador.
Sin duda, la mejor manera de andar en la memoria de la obra de Francisco Ledesma es a través de su uso del color, las texturas, la sensación de volumen y profundidad en cada pieza, la exploración de las luces y las sombras, de sus sonidos y silencios a través de una técnica propia y bien lograda.
La exposición “Memoria del color. Retrospectiva” con obra de Francisco Ledesma está desde ayer jueves por la noche en la sala de la Galería de la Ciudad en la Casa de la Cultura Víctor Sandoval ubicada en la calle Venustiano Carranza 101 en el Centro de la ciudad hasta el 30 de octubre. Es entrada libre, no se lo pierdan.
