La pandemia nos ha cambiado la vida y en ese camino también la manera de organizarnos y de desarrollar proyectos. En esa capacidad de reinventarnos y crecer es que en pleno encierro a nivel mundial por el Covid- 19 nació la Red de Escritoras Microficcionistas (REM), un colectivo en el que participan escritoras feministas latinoamericanas residentes en todo nuestro continente y en algunos países de Europa y en el que participa mi amiga, la talentosa escritora aguascalentense Arlette Luévano.
Nacida en esta ciudad, Arlette Luévano es escritora, abogada y técnica en Cuidados Gerontológicos. Ha publicado los poemarios “Casi verde”, “Tercera persona”, “Informe sobre trenes que llegan y desaparecen”, “Apostillas negras”, “Casa en ruinas”, “No basta con nombrar al llanto llanto”, “La maldición y la sangre” y “No”. También está incluida en diversas antologías y ha obtenido varios premios como el Nacional de Poesía Efraín Huerta.
Desde hace unos seis meses Arlette participa en la REM que es una interesante iniciativa en la que mujeres escritoras feministas de diversos países hacen comunidad desde la virtualidad, intercambian y difunden su obra literaria.
Entre sus autoras más destacadas se encuentran Sandra Bianchi, Patricia Dagatti, Mónica Cazón y Nanim Rakacz desde Argentina; Pía Barros y Francisca Rodríguez Aguilera De Chile; Maritza Iriarte de Perú y desde México Dina Grijalva, Laura Elena Vizcaíno, Karla Gabriela Barajas y Angélica Santa Olaya. En colectivo y para festejar su primer año de haber creado esta red, hace unas semanas ellas realizaron y publicaron en digital el libro “Mínimas máximas. Muestra antológica de microcuentos REM” en la que están incluidas más de cincuenta creadoras de minificciones de toda Nuestra América, un bello y contundente testimonio literario.
Parece sencillo, pero no lo es. La misma creación de la REM, su solidez en su propuesta tanto ideológica desde el feminismo como el impulso a la microficción con una antología publicada como primer resultado de sus trabajos en comunidad virtual habla de un trabajo colectivo constante, habla de organización y perseverancia que debe de ser reconocido.
Gracias a que la REM trabaja activamente en las diferentes redes sociales, su nuevo libro puede ser descargado gratuitamente en formato PDF en páginas como Antología REM en Facebook, aunque también pueden encontrarse participaciones de ellas en Youtube, Instagram y Twitter.
El texto de presentación del libro es casi una declaración en la que exponen que “no estamos todas, pero escribimos por todas y en nombre de ninguna. Esta es la primera de, esperamos, muchas muestras antológicas más. Lo entregamos para descarga gratuita porque queremos, como toda persona que crea, ser en otros y otras. Cada vez que nos leen, los habitamos, cada palabra importa. Creamos una comunidad porque creemos en las comunidades como supervivencia y como construcción de un imaginario nuevo, inclusivo y festejante de la diversidad”.
En una primera lectura de esta amplia muestra de minificciones encontramos textos ágiles, de un humor inteligente y con giros narrativos que nos sorprenden, pero sobre todo es un mural latinoamericano de narradoras entre las que se encuentra, precisamente, la escritora aguascalentense Arlette Luévano quien participa con el texto titulado “Gitana” del que recomiendo su lectura.
Arlette Luévano es una activa y talentosa escritora que desarrolla diversos proyectos desde la literatura en Aguascalientes.
Sin duda, la REM es un ejemplo de una nueva manera de hacer comunidad y literatura desde la virtualidad, es además una muestra de cómo la pandemia nos ha traído nuevas maneras de organizarnos, participar y difundir las diferentes maneras de pensar y las expresiones artísticas. Estoy cierto que esta muestra de la que recomiendo su lectura y descarga será la primera de muchas publicaciones surgidas a través de esta nueva red.
