En la larga historia del boxeo, se han realizado grandes combates que han tenido bastante exceptiva por parte de la afición, han resultado grandes fracasos. Los pugilistas dejaron mucho que desear en el desempeño de sus combates.
Se han realizado pleitos con mucha antesala de publicidad en los medios y prensa especializada, resultan ser peleas interesantes, con alta dosis de ADRENALINA. Puede pasar lo contrario, terminan en empate, los pugilistas salen abucheados. En el box nada está escrito.
Los boxeadores en ruedas de prensa comentan que van a derrumbar a su oponente en el tercer round por poner un ejemplo. Entran en acción el día de la fecha pactada para la función de box, resulta que el cotejo se va hasta los diez, doce rounds dependiendo la categoría.
El 4 de noviembre de 1947, en Minnesota, Estados Unidos. Se llevó a cabo una función de box de carácter amateur en la cartelera del torneo: Guantes de Oro, lo que sucedió en esa noche, impuso récord de ser la pelea más corta en toda la historia del boxeo.
El pleito fue entre los boxeadores: Mike Collins contra Pat Brownson, se realizó la ceremonia de presentación de los pugilistas ante el público, el réferi los reunió al centro del cuadrilátero para decirles las reglas del pleito. Después de esto cada quien se fue a sus respectivas esquinas. Les fue colocado el bucal protector.
El tercero sobre el ring, grito fuera seconds, a boxear. Mike Collins disparo un fuerte golpe sobre la quijada de Pat Brownson. Cayendo Brownson como costal de papas sobre la lona, totalmente noqueado. Deteniéndose el cronometro en cuatro segundos del primer capítulo de este combate. El réferi de inmediato oficializo el nocaut. Mike Collins se alzó con la victoria, siendo el boxeador que gano el combate en tan solo cuatro segundos. Ser la pelea más corta en toda la historia del boxeo.